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Los cannabinoides combaten bacterias resistentes

Los cannabinoides combaten bacterias resistentes

Dr. Pedro Serra (biología molecular y celular de plantas)

El cannabis se ha utilizado en la medicina popular durante siglos. Recientemente, ha habido un creciente interés en las aplicaciones médicas de sus metabolitos secundarios, conocidos como fitocannabinoides, capaces de interactuar con ciertos receptores presentes en el cerebro, sistema nervioso y tejidos de distintos órganos periféricos de los mamíferos. Cada vez se acumulan más pruebas científicas de la eficacia de los fitocannabinoides en el tratamiento de la epilepsia, la enfermedad de Parkinson, la analgesia, la esclerosis múltiple, el síndrome de Tourette y otras enfermedades neurológicas.

Una propiedad de los fitocannabinoides que quizás ha pasado más desapercibida es el poder antimicrobiano que presentan la mayoría de ellos. La utilización del Cannabis sativa y sus compuestos activos contra las bacterias patógenas no había captado la atención de la comunidad científica en comparación con otras aplicaciones médicas. Sin embargo, este hecho está cambiando y se está poniendo el foco en la oportunidad que ofrecen los fitocannabinoides en la lucha contra las infecciones bacterianas.

Antimicrobiano con potencial en «patógenos prioritarios»

Y es que este no es un tema menor. Los organismos de salud pública de todo el mundo han identificado a “la resistencia a los antimicrobianos” como uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. La rápida propagación de patógenos resistentes a los antimicrobianos en los últimos años no ha tenido precedentes, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primera lista de «patógenos prioritarios» resistentes a los antibióticos compuesta por 12 familias de bacterias que suponen la mayor amenaza para la salud humana. Entre ellas, Staphylococcus aureus es la principal causa de infecciones asociadas a la atención sanitaria en todo el mundo y una de las principales causas de mortalidad, especialmente con la aparición y rápida propagación del S. aureus resistente a la meticilina (MRSA), que es resistente a todos los antibióticos β-lactámicos y algunas cepas adicionalmente presentan resistencia a la vancomicina, el linezolid y la daptomicina. La rápida pérdida de la eficacia de los antibióticos y la disminución de la oferta de productos, hacen necesaria la exploración de terapias alternativas.

Hace tiempo que se sabe que el cannabis sativa contiene cannabinoides con propiedades antibacterianas, pero su potencial para hacer frente a bacterias que han adquirido resistencia a los antibióticos sólo se había investigado superficialmente. En un reciente estudio publicado en 2020 se ha evaluado el poder antimicrobiano de los distintos cannabinoides frente a MRSA. Los resultados indican que cannabichromene (CBC), cannabidiol (CBD), cannabigerol (CBG), cannabinol (CBN), y Δ9-tetrahydrocannabinol (THC) son potentes antimicrobianos que inhiben el crecimiento y la multiplicación de MRSA a partir de concentraciones de 2 μg/mL. También se ha comprobado el efecto que tienen los cannabinoides sobre la formación de biofilms que son agrupaciones bacterianas que se adhieren a una superficie y crean una matriz extracelular que les da estabilidad y les protege del medio externo haciéndolas más resistentes. Un ejemplo de biofilm es la placa dental. En el estudio se ha comprobado que los cannabinoides inhiben la formación de biofilms de MRSA y el CBG es el que mayor efecto tiene con una inhibición a partir de 0.5 μg/mL y la erradicación de biofilms ya formados a partir de 4 μg/mL. Otro mecanismo de defensa y escape frente a condiciones adversas que tienen las bacterias es la esporulación que consiste en crear una coraza que las resguarde del medio externo para mantenerse latentes y resurgir cuando las condiciones les sean más favorables. Esta estrategia desempeña un importante papel en las infecciones crónicas y recidivantes por S. aureus, como la osteomielitis y la endocarditis. En el estudio se ha comprobado que los cannabinoides son capaces de inhibir el crecimiento de esporas de MRSA siendo una vez más el CBG el de mayor efecto a partir de concentraciones de 5 μg/mL.

Centrándose en el CBG, el estudio ahonda en el mecanismo de acción de su carácter antimicrobiano llegando a la conclusión que se debe a que el CBG altera la integridad de la membrana citoplasmática bacteriana desencadenando un desajuste en la regulación del medio interno de la bacteria lo que provoca su muerte. En células de mamífero el CBG requiere dosis superiores a 32 μg/mL para desestabilizar la membrana plasmática frente a los 2 μg/mL que requiere en bacterias lo que sugiere una cierta especificidad hacia células procariontes.

En ensayos in vivo con ratones infectados por MRSA se ha comprobado que CBG a dosis de 100mg/Kg son igual de efectivas que los antibióticos control y estas dosis no provocan efectos secundarios significativos lo que suponen datos muy esperanzadores para el tratamiento de esta bacteria.

En bacterias gram negativas

Por último, el estudio evalúa el efecto del CBG frente a bacterias gram negativas que a diferencia de MRSA (gram positiva) presentan dos membranas lipídicas entre las que se localiza una fina pared celular de peptidoglicano, mientras que las bacterias gran positivas presentan solo una membrana lipídica y la pared de peptidoglicano es mucho más gruesa. De anteriores estudios se sabe que los cannabinoides tienen un efecto antimicrobiano muy débil frente a este tipo de bacterias. Dado que el CBG tiene un efecto sobre la integridad de la membrana bacteriana, los autores del estudio intuyen que la baja respuesta frente a bacterias gram negativas se debe a la impermeabilidad que confiere su membrana externa. Por este motivo combinan el tratamiento de cannabinoides con un permeabilizante denominado Polymyxin B a concentraciones no letales y el resultado indica que en estas condiciones los cannabinoides tiene un efecto antimicrobiano igual de potente que en bacterias gram positivas, siendo una vez más el CBG el más efectivo. Este resultado abre la puerta al uso de cannabinoides frente a este tipo de bacterias.

Única alternativa a los antibióticos convencionales

En conclusión, los cannabinoides se presentan como una alternativa a los antibióticos convencionales. En este estudio se ha comprobado que los cannabinoides, y en especial el CBG, a bajas dosis inhiben la multiplicación y crecimiento de MRSA incluso cuando se encuentran en estructuras protectoras como son los biofilms o en forma de espora. El tratamiento de CBG es efectivo en ratones infectados con MRSA y puede también utilizarse para tratamientos de bacterias gram negativas en combinación con permeabilizantes de membrana. Estos datos son muy esperanzadores para la lucha contra bacterias resistentes. Además, el mecanismo de acción sugiere que los cannabinoides serán efectivos frente a la mayoría de bacterias y no se espera que estas lleguen a adquirir resistencia a corto o medio plazo.

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