Benito Díaz
La entidad consultora de la industria cannábica, Prohibition Partners, presentó un informe en el cual analizaron las potenciales ganancias de los principales fármacos basados en el Cannabis. Así, el documento revela que las ventas combinadas de los tres productos más lucrativos, Epidiolex, Dronabinol y Sativex, alcanzarán los 1.800 millones de euros en el año 2025. En la actualidad se cifra en 95.84 millones.
El informe asegura que la vía de los medicamentos cannábicos es la asegura más beneficios en el futuro próximo. Se trata de una de las vías que está atrayendo más investigación, por tanto, más inversión y más dinero en el análisis de las aplicaciones médicas del Cannabis. Las mismas páginas aseguran que, en la actualidad, “ningún fármaco basado en cannabinoides ha recibido la aprobación generalizada para el tratamiento del dolor, a pesar de que ésta es con mucho, la afección más común para la que se utiliza el Cannabis Medicinal”.
El mercado de los productos farmacéuticos que exploran el sistema endocannabinoide para el tratamiento de enfermedades, sigue estando sin explotar, según el análisis citado. “Con 200 millones de personas que consumen Cannabis en el mundo al año, los estudios indican que alrededor del 40% de los consumidores de Cannabis tienen algún componente médico en su consumo”. El documento también certifica que el espacio industrial tampoco ha profundizado en el potencial de los Cannabinoides Medicinales, mientras que “los operadores de este sector pueden esperar que estos productos ocupen la cuota de mercado a expensas de flores y aceites no aprobados en la próxima década”.
Productos estrella
Prohibition Partners, a través de este informe, identifica al menos 30 ensayos clínicos en fase avanzada con terapias cannábicas, cualquiera de los cuales podría tener gran impacto en el espacio del Cannabis Medicinal. Y es que hay que tener en cuenta quién posee las patentes de estos productos que aseguran unos beneficios multimillonarios
Epidiolex: Solución para consumo por vía oral, rica en CBD (Cannabidiol). Es propiedad de GW Pharmaceuticals. Cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (EEUU-2018) y de la Agencia Europea de Medicamentos (2019). Se utiliza para el tratamiento de las convulsiones asociadas al síndrome de Dravet y Lennox-Gastaut, como anticonvulsivos infantiles y en otros resistentes a los medicamentos. Se trata del producto farmacéutico cannabinoide con mayor porcentaje de ventas, 296 millones de dólares en 2020.
Sativex: también conocido como Mevatil, se trata de una formulación de THC y CBD, desarrollada por GW Pharmaceuticals. Aprobada por primera vez en Canadá durante 2005, este medicamento contiene pequeñas cantidades de otros derivados cannábicos, como terpenos, esteroles y triglicéridos. Administrado mediante un aerosol bucal, está aprobado para el tratamiento de la espasticidad en esclerosis múltiple, náuseas y vómitos producidos por tratamientos con quimioterapia, entre otros. A este producto le corresponde un 83% de la cuota de mercado en 2019, lo que significa un ingreso de 88 millones en 2020 con un porcentaje similar.
Marinol: también conocido como Dronabinol, se trata de un compuesto que incluye THC sintético. Fue desarrollado y comercializado por Solvay Pharmaceuticals, apostándose como el medicamento más antiguo que contó con la aprobación de las instituciones estadounidenses, estableciéndose en 1985. El Dronabinol se vende en Europa por empresas como Bionorica SE y Fagron. Algunos productos tienen una bioequivalencia con el Marinol, como los genéricos desarrollados por AbbVie y Par Pharmaceuticals en los EEUU, así como con el líquido Syndros, presentado por Insys Therapeutics.
Cesamet: también conocido como Canemes o Nabilona, es un cannabinoide de origen sintético que imita la forma y la función del THC. Fue sintetizado por Ely Lylli & Co. y aprobado por la administración norteamericana en 1985. La Nabilona se produce en forma de polvo cristalizado polimórfico y suministrado en forma de cápsulas para el tratamiento de los efectos secundarios producidos por las terapias contra el Cáncer. Puede encontrarse bajo muchas formulaciones genéricas.
Cannabis terapéutico, cannabis recreativo
La entidad emisora del informe, también recaba sobre el camino que se lleva a cabo para la liberalización y regulación del cannabis a nivel mundial. Según esta información, las legislaciones se han centrado de forma exclusiva en progresar desde políticas de drogas que reduzcan la criminalización de los usuarios, la legalización limitada de la marihuana de calidad farmacéutica, más tarde del cannabis medicinal y su plena legalización para abordar al final la legalización del cannabis recreativo.
“El cannabis medicinal se distribuye actualmente se distribuye en los principales mercados, como EE. UU, Canadá y Alemania de una manera no tradicional desde el punto de vista médico, a menudo tiene relaciones médico-paciente poco desarrolladas: los pacientes tienen acceso a los medicamentos durante periodos relativamente largos y a productos de ingesta (fumados) cuya consistencia en términos de la API (aplicaciones de supervisión) no puede ser controlada con precisión de la misma manera que muchos otros medicamentos. Este sistema de regulación ha beneficiado a los pacientes al proporcionarles una supervisión médica, así como productos legales, seguros y regulados. Sin embargo, es probable que el uso médico de los cannabinoides se acerque más a las prácticas médicas en los próximos años, en lo que respecta a la relación médico-paciente y la precisión de las dosis. Esperamos que esto coincida con la legalización mundial de la marihuana para adultos, lo que aumentará el número de pacientes de cannabis y médicos que podrían preferir que podrían preferir una dosificación precisa ofrecida por formatos distintos a la flor fumada”.
La organización, poco sospechosa de ser un foco de activismo, afirma que se observa una tendencia a abandonar el consumo de flores de cannabis en favor de extractos con porcentajes controlados. Avalados por una regulación expresa al respecto del cannabis recreativo, los pacientes del mercado médico se trasladaron a dispensarios regulados para el uso adulto para acceder a sus terapias, restando presión sobre el sistema sanitario, sirviendo como ejemplo el mercado cannábico de Canadá.