Benito Díaz
El pasado viernes 22, la ministra de Cultura y Justicia, Sam Tamson, en representación del partido Los Verdes, daba a conocer la nueva regulación del Gran Ducado de Luxemburgo en relación al cannabis. La normativa, permitirá el autocultivo de la planta, el consumo en la propia residencia y despenaliza bajo sanción reducida el transporte de productos derivados hasta los tres gramos o el consumo en la vía pública, además de aportar novedades en cuanto a prevención y apoyo. (Actualización: Malta se adelantó como primer país y Luxemburgo aún no ha cerrado la regulación).
El paquete de medidas presentadas para la lucha contra los narcóticos incluía la medida impulsada por Los Verdes. Este paso adelante en la libertad para la planta sitúa al ducado como pionero en reconocer el fracaso de la prohibición para reducir el consumo de cannabis.
Legislación
Las medidas permitirán cultivar a los mayores de 18, hasta cuatro plantas por hogar para uso personal. “El consumo y transporte de cannabis o productos de cannabis en espacios públicos dejará de ser una infracción penal, sino una infracción administrativa sancionable con una multa”, explicaban los Verdes Europeos, a través de su cuenta de Twitter. “Nuevas iniciativas para ampliar los servicios de sensibilización y prevención de adicciones en las escuelas, así como la terapia de adicciones”, afirmaban, diciendo que les alegra ver este tipo de medidas implementándose en Luxemburgo. Por otra parte, se prevé un aumento en la prevención y en la dotación de los cuerpos policiales con la contratación de más de 600 nuevos agentes.
El autocultivo vendrá capacitado por la posibilidad de adquirir semillas, en comercios o por Internet, sin ningún límite en la cantidad o los niveles de THC que puedan alcanzar. A su vez, el gobierno está considerando la posibilidad de crear una red de producción nacional de semillas con fines comerciales y su distribución.
La posibilidad del cultivo se establece a partir de que se realice en el propio domicilio, en una terraza, jardín, balcón, patio o siembra de interior.
Las consecuencias penales de consumir y transportar productos de Cannabis seguirán vigentes, a partir de los tres gramos. Hasta esa cantidad, su hallazgo no podrá ser causa de delito, sino que será clasificada como falta. Las sanciones también experimentarían una reducción, pues de los entre 251 y 25000 euros de la actual ley, pasarían a una multa de tan solo 25 euros, en el caso de posesión de menos de tres gramos. “Por encima de tres gramos, nada cambia. Seguirás siendo considerado un traficante”, explicó la ministra Tamson. “Tampoco cambia nada para los conductores, sigue habiendo tolerancia cero al volante”.
La prohibición también se mantiene, en los casos de consumir en público o comerciar con productos de la Marihuana que no sean semillas, bien sean regalos o a cambio de dinero.
“Pensamos que teníamos que actuar, tenemos un problema de drogas y el cannabis es la droga más consumida y es una gran parte del mercado ilegal”, dijo la ministra en declaraciones. “Queremos empezar por permitir que la gente lo cultive en casa. La idea es que un consumidor no se encuentre en una situación ilegal si consume cannabis y que no apoyemos toda la cadena ilegal, desde la producción hasta el transporte y la venta, donde hay mucha miseria. Queremos hacer todo lo posible para alejarnos cada vez más del mercado negro ilegal”. San Tamson, describió la modificación de la ley como un primer paso en el camino.
Contexto
En 2017, Luxemburgo fue uno de los primeros países de la Unión Europea en registrar una legislación que contemplase el cannabis terapéutico como opción alternativa para diversas dolencias.
Es en abril de 2001 cuando se modificó el estatus del cannabis en las leyes del ducado, pasando de ser una sustancia controlada de tipo B. De esta forma, su posesión en adultos pasó a estar descriminalizada, siendo objeto de una falta con sanción económica en lugar de las sanciones previstas con anterioridad, que podían acarrear incluso penas de cárcel.
Luxemburgo es país vecino de Holanda, con lo que no es de extrañar que la legislación de éste país pueda haber influido en la de éste, también por conexiones del gobierno con el Partido de los Verdes, a nivel europeo. Nuestras fuentes estiman que la gran mayoría del cannabis que se consume en las calles de Luxemburgo, proviene de mercados como el de Ámsterdam o Maastricht.
Regulaciones en Europa
Alemania está decidiendo en estos momentos si regula el cannabis de uso adulto. También por mano del Partido de los Verdes, la propuesta contempla la creación de una nueva política de drogas creíble y basada en la realidad. Aunque todavía no hay fecha para el debate, ya se pueden alcanzar a ver ciertos acercamientos empresariales.
Portugal es otro de los países pioneros en sus políticas de drogas. Desde 2001, el vecino luso descriminalizó la posesión y consumo de sustancias psicoactivas, incluyendo el cannabis. La Marihuana Terapéutica se puede adquirir a día de hoy, en forma de flores y otros productos, en muchas farmacias portuguesas.
Son multitud los países europeos que han aceptado las pruebas científicas que avalan el Cannabis Terapéutico para su uso médico. Francia, Italia, Suiza… Sin embargo, el primer país en regular las asociaciones cannábicas de pacientes o recreativas, ha sido Malta que saltaba ayer mismo a la palestra con su nueva normativa al respecto de su sistema de clubes.
En nuestro país, sin embargo, nos encontramos con que el movimiento cannábico no hace más que darse de bruces contra el muro levantado por el grupo socialista y la extrema derecha, que han demostrado su rechazo a establecer un marco regulatorio claro que elimine la prohibición. Sus argumentos, que habrían sido tachados de reaccionarios por cualquier político de la eurocámara, a la vista de los avances que se suceden en aquellos países, son la rémora principal en el camino de la libertad de la planta. Y es que estos políticos, es posible que representen la opinión de una parte de la población que prefiere que el asunto se quede como está, en manos de unos pocos poderosos con licencias y que sea el mercado negro, atiborrado de mafia, el que se encargue de aprovisionar a la ciudadanía que, no nos olvidemos, prefiere el Cannabis antes que cualquier otra sustancia. Sin información, sin garantías de seguridad y sanitarias, perseguidos por las autoridades mientras pagan altos precios y despreciados por la administración electa. Una situación insostenible.