Benito Díaz
El Observatorio Europeo para las Drogas y las Adicciones (EMCDDA), organismo oficial que tiene la máxima autoridad en la investigación para las políticas públicas de drogas y su evaluación dentro de la Unión Europea, celebró el pasado 27 de octubre una cumbre al respecto del cannabis y sus políticas aplicadas en países de Europa, ya que en los últimos años ha cambiado su estatus, de la prohibición a convertirse en una sustancia regulada en multitud de naciones.
El acto fue presentado por Brendan Hughes, experto en el ámbito de las legislaciones nacionales sobre drogas y gestor de la Base de Datos Jurídica Europea sobre Drogas. Tras agradecer la presencia del público y la personas oradoras, Brendan aproximó los temas de la conferencia. “Las respuestas políticas sobre el Cannabis han cambiado. En ocasiones se han endurecido, pero en otras se han revertido. Hemos visto sentencias de prisión reducidas o eliminadas, multas y sanciones resumidas o sustituidas por advertencias. Los castigos han sido sustituidos por breves intervenciones o cambiadas por consejos más ligados a la rehabilitación”, relataba el presentador. La descriminalización, la despenalización o la legalización, son los modelos que están tomando fuerza en los países de la esfera europea, “aunque no contentan a todo el mundo si ponen sobre la mesa unos puntos de debate”, según lo afirmado en este discurso de introducción.
Primera consulta
La charla se estableció al respecto de una serie de preguntas que se formulaban a los ponentes desde la EMCDDA. La primera en hablar fue Karen Mamo, investigadora científica, máster en Ciencias y Estudios sobre la Adicción por la Universidad de Malta. Tras ella, Tom Blickman, coordinador superior de proyectos del Transnational Institute (TNI), con sede en Ámsterdam.
La primera pregunta decía, “¿cuáles son los acontecimientos que nos han llevado al debate actual sobre si el Cannabis debe prohibirse o regularse en Europa?”. Karen trasladó la experiencia en su país, en el cual llevan una década con la discusión. “Desde mi perspectiva, se trata de una cuestión que se ha llevado a cabo igual que otros derechos civiles. Es reciente que Malta ha legalizado el divorcio, se han conseguido los máximos reconocimientos para la comunidad LGTBQ+ y se ha situado de parte de los derechos de sus ciudadanos”, explicó Mamo, que argumentó que la situación social de personas que han visto cómo se condenaba y encarcelaba a personas, contribuyó a fragmentar el status quo.
“Vientos de cambio han soplado desde Estados Unidos hasta las costas europeas”, comenzaba Tom Blickman. “El denominador común es que se ha comprendido que la prohibición del Cannabis ha fracasado, o al menos no ha funcionado como debería, con muchas consecuencias negativas y sin ajustarse a los mandatos necesarios”, aseguró Blickman que también señaló a los avances en materia de tratamiento de temas controvertidos en la Unión Europea tras el Brexit, mencionando a su vez las referencias del público en cuanto a la salud pública, seguridad pública, control sobre menores y garantías del producto que no existen en el mercado ilícito. El experto mencionó la explosión de las asociaciones de Cannabis en España, junto a las limitaciones y contrapartes del Tribunal Supremo, como uno de los hechos que han precipitado las decisiones de otros países cercanos.
Sabrina Molinaro, investigadora del Centro Nacional de Investigación de Italia, afirmó durante su turno que la prevalencia en el uso de cannabis por adolescentes se ha mantenido estable desde 2015 en países de su entorno, como República Checa o Letonia, a pesar de tener regulaciones sobre el cannabis muy distintas. Por otra parte, Molinaro expuso que, según los datos, la preocupación al respecto de los riesgos y problemas del cannabis percibida por la población, ha aumentado un 35% en el último año en Italia.
Segundo interrogante
La siguiente cuestión se planteó en torno al posible impacto del cannabis en las políticas actuales y los retos más inmediatos. “Creo que el reto más acuciante es presionar a nuestro gobierno para que imponga unas políticas basadas en hechos”, expuso Molinaro, en referencia a los datos ofrecidos por encuestas realizadas en la UE, que demostrarían la relación en la percepción de riesgo según el modelo de política de drogas en cada país, siendo éste más bajo cuanto más tolerada es la planta.
Blickman recordó los marcos de trabajo establecidos por la UE en 2004 al respecto del cannabis y que han servido como referencia para el establecimiento de una política de drogas frágil a nivel internacional. “Sin embargo, para el desarrollo de políticas más humanas, es conveniente ignorar esos tratados y conseguir más seguridad y sistemas desarrollados”, añadió. Mamo, por su parte, aludió a que, en 2015, Malta descriminalizó la posesión de pequeñas cantidades de psicotrópicos como el Cannabis. “Creo que el reto más importante, no solo en Malta sino en todo el mundo, es encontrar el equilibrio entre derechos y libertad personal, y salud pública, además de llegar a un entendimiento sobre quién es consumidor y quién es traficante”.
Tercera pregunta
La última propuesta del presentador de la EMCDDA, resumía cuál podría ser el posible escenario en el que se desarrollase la investigación y el desarrollo de políticas en el futuro. “Desearía que fuera una política de drogas que tenga en cuenta la prevención de riesgos, pues más y más países están llevando a cabo una regulación y que grandes empresas e industrias también contemplen esa prevención de riesgos, aprendiendo las lecciones del Tabaco y el Alcohol”, resumió Blickman. “Tengo la esperanza de ver un futuro más coordinado entre los miembros de la UE, con los que intercambiar creencias y principios, tanto en el Cannabis de uso adulto como en el medicinal” dijo Mamo, aduciendo a su vez a un mayor apoyo a la investigación y a la elaboración de un retrato más certero de las personas consumidoras. “El desafío en Europa es construir políticas basadas en estudios concretos, es necesario mantener el repositorio de datos actualizados para poder comparar y reforzar la vigilancia ya establecida por el EMCDDA”, concluyó Molinaro, reclamando que se trata de la única manera fiable de saber qué está pasando y cómo afectan las políticas de drogas a la población.