Royal Queen Seeds (patrocinado)
Consumir marihuana va más allá de fumar un bong bien cargado o unos petas bien liados. Puedes añadir cannabis fácilmente a tus recetas favoritas y dar a tus comidas ese toque tan especial. Sigue leyendo para descubrir cómo dosificar los comestibles de marihuana y cinco recetas para que puedas empezar.
¿Por qué cocinar con marihuana?
Bueno, hay varias buenas razones. Primero, cocinar con marihuana es una forma genial de incorporar la hierba a la vida cotidiana. Ya no tendrás que escabullirte para fumarte un porro rápidamente; ahora podrás simplemente mezclar un poco de mantequilla de marihuana con tu comida favorita y listo.
En segundo lugar, está el efecto de los comestibles. La marihuana consumida por vía oral tarda más en hacer efecto, pero compensa con un subidón mucho más fuerte y duradero. Por último, si consumes hierba por razones holísticas, comerla evita cualquier posible daño a los pulmones o al aparato respiratorio.
La importancia de dosificar correctamente los comestibles de marihuana
Lo más importante a tener en cuenta con los comestibles es la dosificación. ¿Recuerdas que hemos dicho que el efecto es mucho más potente? Bueno, eso puede ser bueno, pero también malo. Si alguna vez has comido demasiados comestibles de golpe, sabrás a qué nos referimos. Y si no lo has hecho, lo único que podemos decir es que es un viaje que realmente puede resultar desagradable, bien por llegar al amarillo o por una intensidad indeseada y no placentera.
Dada la gran importancia de la dosificación para tener una experiencia agradable con los comestibles, se recomienda utilizar una herramienta de dosificación para ayudar a calcular las cantidades para cada receta. La cantidad exacta de marihuana que uses cambiará según tu peso, experiencia y la propia receta. Aun así, como regla general, es mejor comenzar con poco (1-2,5 mg de THC por dosis) y aumentar la dosis de forma gradual, siempre que estés cómodo/a con el efecto producido.
Cinco de las mejores recetas con marihuana
Ya hemos visto los conceptos básicos de los comestibles de marihuana, así que es hora de pasar a la parte más emocionante: ¡las recetas con marihuana! Hay un montón de formas de añadir cannabis a tus recetas favoritas. Pero, si no sabes bien por dónde empezar, las siguientes recetas te servirán de inspiración.
Una cosa antes de empezar. Todas estas recetas utilizan el principio de descarboxilación. Esto significa que primero hay que calentar la hierba suavemente (aproximadamente a 110 °C) para activar el THC. Si no descarboxilas la marihuana antes de cocinar con ella, no te colocará y tu esfuerzo será en vano.
Mantequilla de marihuana
La mantequilla de marihuana es la base de un montón de recetas cannábicas, ya que es versátil y muy fácil de hacer. Simplemente, tienes que echar tus flores descarboxiladas y molidas en una cacerola, con un poco de mantequilla con sal y agua (para evitar que se queme). Tienes que cocinarlo todo a fuego lento durante dos horas y después colarlo a través de una gasa en un recipiente adecuado. Una vez enfriado, quita la capa de agua del fondo y usa la mantequilla de marihuana como lo harías con la mantequilla normal: en una tostada, una patata asada o una ensalada; ¡tú decides!
Galletas de jengibre con marihuana
Si te va lo dulce, las galletas de jengibre con marihuana son la delicia cannábica perfecta. En un cuenco, mezcla los ingredientes habituales para hacer galletas de jengibre, junto con aceite de coco de marihuana o mantequilla de marihuana. Y no olvides que los comestibles tardan al menos una hora en surtir efecto, así que no caigas en la tentación de comerte todas las galletas de golpe.
Sopa de marihuana
La sopa de marihuana es simple y sabrosa, y garantiza un buen subidón; una forma discreta de disfrutar de tu hierba favorita. Para prepararla, necesitarás aceite de marihuana y una buena selección de verduras recién cortadas en cubitos, caldo de verduras, ajo y una cucharada o dos de salsa de soja. Hay que hervir la mezcla hasta que las verduras estén blandas (unos 15 minutos), sazonar con sal y pimienta al gusto, y servir con unas rebanadas de pan.
Mermelada de marihuana
La mermelada de marihuana es ideal para principiantes en cocina, ya que es bastante sencilla y te permite concentrarte en la experiencia. El primer paso consiste en mezclar un poco de miel con aproximadamente 28 g de flores de marihuana descarboxiladas. Para ello, mete los cogollos en un calcetín (tipo media o pantis), luego mete el calcetín en una cacerola llena de miel, y pon la cacerola al “baño maría” hirviendo a fuego lento durante una hora. Combina tu «miel de marihuana» recién hecha con mermelada casera (azúcar, jugo de limón y fruta). Una vez que se enfríe, ¡la mezcla estará lista para usar!
Risotto de marihuana
Si prefieres lo salado a lo dulce, el risotto es un plato muy rico que combina perfectamente con una buena ración de mantequilla de marihuana. Prepara el risotto con muchas verduras frescas y carne, y antes de servirlo añade un poco de perejil, tomillo, queso parmesano y dos cucharadas de mantequilla de marihuana. Tu risotto no solo estará superrico, sino que ejercerá un efecto muy duradero.
¿Cuál es tu receta de marihuana favorita?
Como puedes ver en las recetas anteriores, la marihuana es un ingrediente realmente versátil. Pero, si te surgen dudas, recuerda la regla de oro al cocinar con marihuana: evita el exceso de calor. Las temperaturas superiores a 160 °C comenzarán a destruir el THC, en lugar de activarlo. La mayoría de los comestibles horneados no suelen conllevar mucho riesgo; sin embargo, por ejemplo, si tienes que freír, añade la hierba al final de la receta para evitar posibles desastres.
La única pregunta que debes hacerte ahora no es “por qué cocinar con marihuana”, sino “¿con qué receta empiezo?”.