Benito Díaz
Recientes estudios apuntan a la efectividad del uso de cannabis y cannabinoides derivados en el tratamiento de la Epidermólisis Bullosa. Se trata de una enfermedad grave de la piel, caracterizada por úlceras, heridas y mala cicatrización; es de origen genético y afecta a 10 personas por cada millón. Un estudio transversal asegura que los medicamentos a base de cannabis ayudan a reducir los síntomas y el dolor.
La Epidermólisis Bullosa (EB) suele presentarse en los primeros años de vida o durante la infancia, aunque se han registrado casos de adolescentes o adultos tempranos que también la sufren. Se trata de una enfermedad genética, hereditaria en casi todas sus manifestaciones, que convierte la piel en frágil y quebradiza, pudiendo lesionarse en cualquier actividad cotidiana, como comer, usar ropa o caminar. En ciertos casos, la enfermedad afecta a las mucosas, a tejidos tales como el interior de la boca, la garganta, los ojos o el tubo digestivo, entre otros. Además, otras manifestaciones de la enfermedad son la anemia, sindactilia (fusión de los dedos de manos y pies), dificultad para tragar, desnutrición, estreñimiento, osteoporosis, distrofia muscular, cardiomiopatía, insuficiencia renal, cáncer, etc. En algunos casos extremos, puede resultar mortal. Se calcula que existen unos 500 casos en España.
Para afrontar los síntomas de la EB, se realizan curas en las úlceras utilizando vendas y materiales especiales que, en ocasiones, pueden ocupar la totalidad del cuerpo. Estas intervenciones suelen durar entre una y cuatro horas y realizarse de forma diaria o en días alternos. De esta forma, hablamos de pacientes casi dependientes en su totalidad y que necesitan un alto nivel de mantenimiento por parte de sus familiares, tutores o cuidadores.
Estudios con cannabis
Los estudios aparecidos relacionaron otros problemas de la piel, como la dermatitis o la soriasis, con la EB, ya que los cannabinoides habían demostrado eficacia en su tratamiento. De este modo, un equipo de investigación holandés inició una encuesta transversal internacional de carácter anónimo, de la que se dedujo que los medicamentos en base de cannabis alivian el dolor y la picazón en úlceras y ampollas causadas por la EB.
Otros beneficios del uso de estas medicinas son que también aceleran la cicatrización de las heridas y reducen la inflamación. El uso de estas terapias permitió a la mayoría de los pacientes reducir el uso de otros medicamentos analgésicos y contra la comezón, con efectos secundarios diversos.
La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Groningen, invitó a personas con afección y a sus cuidadores a participar en esta encuesta transversal en inglés y a difundirla a través de las redes sociales, grupos de apoyo y profesionales de la medicina que tratan a estas personas. El resultado fue una participación de 155 personas, de las que se obtuvieron 71 conjuntos de datos que fueron analizados por los científicos. Al tratarse de un estudio internacional, se presentaron distintos casos, siendo el país más participativo EEUU (62 pacientes) ya que para participar era necesario llevar a cabo el tratamiento con cannabis y es de uso más común en aquel territorio. Se unieron otros cinco pacientes europeos y dos de la región del sudeste asiático, además de otro caso en África y otro en Asia.
Experiencia
Las conclusiones del análisis expusieron que un 95% de los participantes experimentaron mejora de sus síntomas y una consecuente reducción de los medicamentos. Un 94% confesaron una reducción del dolor, un 91% dijeron haber reducido la picazón, mejoría en la curación de las heridas un 81% y menor inflamación un 72%. Además de la mejora de los síntomas generales, el dolor y la picazón disminuyeron en particular. Incluso el tiempo de cicatrización de las lesiones se redujo en un 60% de los casos. El 79% de los pacientes pudieron reducir o suspender otros tratamientos para el dolor a base de opiáceos o reducir el consumo de antidepresivos, antineuropáticos y ansiolíticos.
Los medicamentos que se utilizaron fueron formulados con un equilibrio de las moléculas de THC y CBD, en cantidades iguales. A ello siguieron preparaciones con predominio de CBD y viceversa.
“Descubrimos que una combinación de formas de aplicación ingeridas y tópicas funcionó mejor, ya que cada producto trata diferentes aspectos de la epidermólisis bullosa. Los productos ingeridos ayudan con la inflamación interna y el control del dolor. Los productos tópicos ayudan con el dolor local y la cicatrización de heridas”, explican los autores del estudio.
Los mecanismos de actuación de las moléculas cannabinoides pone en funcionamiento al sistema Endocannabinoide, según podemos entender en una publicación de la Clínica Kalapa, especialista en tratamientos alternativos con Cannabis. Según la misma, las preparaciones tópicas de cannabis, “se dirigen de forma directa al sistema Endocannabinoide (ECS) en el área de la herida, que juega un papel importante en la cicatrización de la misma. El ECS regula la formación de citosinas y óxido nítrico, así como el desarrollo de células córneas (queratinocitos) en las lesiones”. Otra ventaja de este tratamiento es la reducción de absorción de cannabinoides en la circulación, “esto da como resultado menos efectos secundarios que la ingesta oral, como los efectos psicotrópicos”. En el caso del estudio, de las 71 personas afectadas, dos tercios usaban cremas y aceites. El resto, lociones y aerosoles.
Los productos elegidos por las personas afectadas fueron en primer lugar los aceites y pastas con cannabinoides (77%). Luego, flores de cannabis (55%) y productos comestibles (48%). También se utilizaron tinturas, otros sistemas de dosificación líquida y cápsulas.
Según el anonimato de la encuesta, es imposible acceder a la identidad de los pacientes y preguntarles cómo se sienten después de experimentar estas terapias. Sin embargo, podemos recurrir a Youtube. Allí, el paciente de EB y usuario de cannabis terapéutico, Miguel García, ha documentado su uso para controlar los síntomas. “El cannabis me sirve para anestesiar el dolor de forma física”, revela García, que ha llegado al punto de no necesitar analgésicos derivados del Opio, como la Oxicodona o la Hidrocodona.
En nuestro país, la Fundación DEBRA es una organización sin ánimo de lucro que representa a numerosos pacientes y sus familias, recabando información y fondos para continuar con la investigación al respecto de esta enfermedad rara. Los médicos y científicos especialistas, también reclaman más investigación, sobre todo a la luz de estos nuevos hallazgos.