Benito Díaz
Gabriel Boric se alzó con el triunfo en las elecciones chilenas del pasado 19 de diciembre de 2021. Durante la campaña presidencial, Boric fue cuestionado al respecto de la regularización del cannabis, dando algunos mensajes que, aun contradictorios, aproximaban su postura al antiprohibicionismo. Con su entrada en el Palacio de la Moneda, la posibilidad del establecimiento de una legislación diferente se acrecienta.
Boric participó en la fundación del partido Frente Amplio, un conglomerado de distintos partidos políticos de izquierda que saltó a la arena política en las elecciones de 2017. En conjunción con otra coalición, Apruebo Dignidad, Boric cosechó 8,3 millones de votos, un 55,8% de los votos, un resultado histórico en la historia de la democracia chilena. En lo previo, militó en organizaciones estudiantiles como Izquierda Autónoma y más tarde en la presidencia de Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, mientras cursaba la carrera de Derecho. Con 36 años, será el gobernante más joven del mundo en ejercicio, prometiendo traer una renovación ideológica en posiciones tradicionales de la izquierda latinoamericana.
Declaraciones en campaña
La posición de Boric al respecto de las políticas de drogas ha sido de algún modo contradictoria en ciertos momentos, lo que acrecentó los ataques por parte de la derecha neoconservadora. Durante una entrevista en el programa de televisión “Si yo fuera Presidente”, Boric aseguró que no consume cannabis. “Creo en la ciencia y da lo mismo lo que yo piense personalmente”, explicó. “La marihuana es perjudicial para la salud, aunque es menos dañina que el tabaco y el alcohol”. Por otra parte, se mostró a favor de la legalización, puesto que “mediante la despenalización del autocultivo, nosotros queremos sacar a los consumidores de marihuana de las redes del narco. Esto para que no haya contacto con otras drogas duras como la cocaína o la pasta base”. En otras ocasiones, el entonces diputado manifestó que su gobierno apostaría por una política de drogas que contemplase los Derechos Humanos y el enfoque de género. “Una nueva Ley de Drogas que no persiga los usos personales ni sus actos preparatorios. Desarrollaremos un tratamiento específico y distintivo entre el microtráfico y el tráfico de estupefacientes”, expuso Boric.
Por contra, podemos referirnos a tuits emitidos por Boric en los que reconoce consumir cannabis en ocasiones, lanzados en 2015 durante una votación al respecto de la regulación del autocultivo. Esta contradicción, unida a la decisión de realizar test de drogas a los diputados en el congreso chileno, convenció a José Antonio Kast, principal rival de Boric desde el neoconservadurismo, a retar al político a mostrar el resultado del examen.
Legislación en Chile
La anterior legislatura del neoconservador Sebastián Piñera, estuvo marcada por la persecución de los colectivos de personas consumidoras de Cannabis Terapéutico, las personas autocultivadoras y las personas usuarias de cannabis de uso adulto.
La norma que impera desde 2005, conocida como Ley 20.000, establece que “queda sancionado el tráfico ilícito de estupefacientes y de sustancias sicotrópicas”. También, “el consumo de drogas es una falta y no un delito, por lo que no se contemplan penas privativas de libertad. En su artículo 50, la ley aplica sanciones a quienes consuman sustancias en lugares públicos o abiertos al público, como calles, bares o plazas”. Así incluso en lugares privados, a menos que cuenten con la autorización necesaria.
Las sanciones, a consecuencia de cada infracción, pueden ir desde multas, la asistencia obligatoria a programas de prevención, tratamiento o rehabilitación, además de la imposición forzosa de trabajos en favor de la comunidad. También puede aplicarse la suspensión de licencia de conducir por un plazo máximo de seis meses que, en caso de reincidencia, podría llegar hasta los dos años. El deseo de Boric de regular lo concerniente al autocultivo y al micronarcotráfico, sería en todo caso debido a los casos en los que se ha podido confundir a una persona usuaria con un pequeño traficante, aplicando sobre ella todo el peso de la ley, aunque se trate de un error.
La información que hemos podido leer en estas mismas páginas, acusa a la actual legislación de crear “85.000 detenidos al año, siendo la mitad de todos los detenidos por todos los delitos en Chile. De los cuales el 75% son pillados con tenencia o consumo en la vía pública. Esto demuestra que se está persiguiendo a los consumidores y no a los narcotraficantes que solo alcanzan el 16% de estas detenciones”. También, “cerca del 44% de esos mismos detenidos portaba menos de un gramo de sustancias ilícitas, lo que no representa ningún tipo de tráfico. Esto provoca costes sociales enormes, se judicializan actos que no tienen relevancia penal, se estigmatiza a los consumidores de cannabis y eleva los presupuestos del Estado en este tema (jueces, policías, etc…)”.
Lucha Cannábica
La historia del país ha estado ligada a la cultura cannábica, desde la introducción del Cáñamo en 1545. A pesar de ese largo camino, el tratamiento de la planta y de las personas consumidoras ha sido siempre el de la persecución y la estigmatización, cuando no la criminalización y el encarcelamiento.
La votación a la que hacíamos referencia, estableció en 2015 la posibilidad de cultivar Cannabis, hasta seis plantas por hogar por “razones médicas, recreativas o espirituales”. Este proyecto surgió de distintas voces que llevaban tiempo luchando por la legalidad del autocultivo, entre ellas, Kenneth Giorgio Jackson, jefe de campaña de Boric, o Ana María Gazmurri, presidenta de Fundación Daya, una agrupación sin ánimo de lucro que representa a personas consumidoras de Cannabis Terapéutico que ha tenido una gran relevancia a la hora de plantear la legislación para el autocultivo.
María Gazmurri fue elegida diputada en la circunscripción del Distrito 12, que incluye La Florida, La Pintana, Puente Alto, Pirque y San José de Maipo, por el partido de Boric, Apruebo Dignidad, como también pudimos saber por nuestras informaciones. A pesar de su éxito político, habría tenido varias disensiones con el núcleo del partido al respecto de la regularización del Cannabis, la actriz elevó su renuncia a su matriz, Revolución Democrática, parte de Frente Amplio. Según las declaraciones, las necesidades de la regulación al respecto del proyecto de cultivo de Cannabis, entraba en conflicto de intereses para otros miembros del partido. Este conflicto también llevó a la renuncia de RD, como Pablo Padilla y Felipe Pávez.
El contenido de la posible reforma aún no se conoce, pero se confía en que el próximo marzo, a la toma de posesión del cargo por parte de Boric, comiencen a apuntarse las directrices que puede tomar la marcha regulatoria de Chile en cuanto al Cannabis.
Cannabis a la Constitución
Chile se encuentra en proceso de redacción de una nueva Constitución y la misma Gazmuri, junto al colectivo cannábico Activismo Cannábico Chile, impulsó una iniciativa popular constituyente por «el derecho al libre desarrollo de la personalidad, la soberanía personal y el bienestar» que recibió 44.000 firmas, siendo 15.000 las necesarias para ser debatida y aprobada o rechazada por las personas designadas de la comisión constituyente pertinente.