Arnau Alcaide
El centro internacional de estudios etnobotánicos, ICEERS, comunica su participación en la subcomisión del cannabis medicinal y aqueja la falta de personal con experiencia clínica, el tratamiento de pacientes, frente a especialistas en adicciones que copan las plazas de ponentes.
De las 15 personas expertas invitadas, 5 pertenecen a la vista de sus organismos al mundo de las adicciones, sin experiencia en el uso medicinal, pero incluso 3 personas más, del Clínic de Barcelona, del departamento de Salud de Nueva York y un farmacéutico catedrático practican investigación en el mundo de las adicciones y cuando lo han hecho del cannabis medicinal ha sido con dicho enfoque y han descartado sus efectos.
«Aunque valoramos la participación del Dr. Bouso en la subcomisión muy positivamente, también coincidimos con la crítica realizada por otras organizaciones y mostramos nuestra escasa satisfacción con la selección de expertos, claramente sesgada hacia una visión centrada en el abuso de cannabis más que en su potencial terapéutico», dice el comunicado.
José Carlos Bouso es autor del libro divulgativo Cannabis Medicinal y ha realizado investigaciones sobre la calidad de vida ante el uso de cannabis medicinal, aunque la mayoría de su investigación se centra en la psicoactividad y sus efectos psicológicos y comunitarios beneficiosos desde un enfoque antropológico multicultural. Ha publicado varias revisiones sistemáticas de ensayos clínicos de estos efectos químicos beneficiosos sobre, por ejemplo, ansiedad o depresión; se tratan del grado de evidencia más alto según la mayoría de estándares de la evidencia.
Un único especialista clínico: el médico del dolor Jordi Pérez
Además de las 8 personas descontadas y el Dr. Bouso, cabe añadir a los presidentes de las asociaciones de colegios médicos concernidos. Sumando que sí están la presidenta del observatorio español, Carola Pérez, su homóloga portuguesa y la investigadora y paciente, Noemí Sánchez, responsable de la encuesta cannabis, queda solo la experiencia clínica del cannabis medicinal para Jordi Pérez, que la practica en Canadá, y que defenderá, junto a las últimas ponentes mencionadas, la evidencia disponible que él mismo tiene publicada.
Valoran que se está construyendo la subcomisión contra la evidencia
«A pesar de que esta subcomisión llega tarde y sesgada, valoramos positivamente que finalmente se produzca y que se haya incluido a José Carlos y algún otro representante de la sociedad civil, como Noemí y Carola Pérez, pero vemos que se arrastran prejuicios de entrada», comenta Òscar Parés, director adjunto de ICEERS. «De entrada, en la parte de organismos internacionales, no hay representación de países con una trayectoria más consolidada, como Uruguay, Canadá o Colombia. Es una pena, porque ahí habría mucha evidencia acumulada, que es de lo que va la subcomisión, de recoger experiencias y evidencias de otros países», añade.
La doctora Constanza Sánchez, directora de Ley, Política y Derechos Humanos en ICEERS, señala el evidente sesgo de confirmación en la lista definitiva: «Yo lo que creo es que si invitas a hablar a personas que no tienen mucha experiencia o básicamente están en contra de cualquier tipo de acceso diferente al cannabis, la conclusión a la que se quiere llegar es que el cannabis medicinal no debe ser regulado porque no hay suficiente evidencia. Si lo único que se financia son investigaciones y personas que están diciendo que la prohibición es lo correcto porque el cannabis es peligroso, pues al final la evidencia que va a salir es esa. Habría que poner el acento en que se financiaran otro tipo de estudios, y no sólo los que confirman la política actual».
Por otra parte, no se ha convocado a ningún médico con experiencia clínica en cannabis medicinal en nuestro país, como podría ser Mariano García de Palau, de Kalapa Clinics, que atiende en Catalunya a los pacientes que se abastecen a través de las asociaciones cannábicas y tiene 20 años de experiencia.
«En la parte de expertos apreciamos también un sesgo en el sentido de que hay pocos profesionales de España que tengan experiencia clínica con cannabis. Sí que hay investigadores con amplia experiencia en investigación animal, y médicos y psiquiatras con larga experiencia en la atención a personas que han desarrollado problemas como consecuencia del consumo de cannabis, pero la mayoría son profesionales sin vinculación alguna con los pacientes. Luego la balanza se encuentra claramente desequilibrada hacia el lado de expertos que no tienen contacto con la realidad, sino que la ven a través de un laboratorio o de revistas, y que se han posicionado previamente en contra de la regulación», asegura Òscar.
Según el propio José Carlos Bouso, «a esto le veo poco recorrido, pues el listado de expertos deriva claramente hacia la formulación de los problemas que produce el cannabis, no hacia las soluciones terapéuticas que aporta. En España tenemos algunos de los mejores científicos sobre cannabis medicinal que no han sido convocados y algunos de los médicos con más experiencia. Hay un agujero negro inmenso de ausencia de conocimiento sobre cannabis medicinal en esta comisión».
En definitiva, como apunta Parés, «vemos que hay sesgos hacia perspectivas conservadoras, que no hay una conexión con la realidad clínica de los pacientes, que están infrarrepresentadas la perspectiva médica y clínica, la de los propios pacientes y la de la sociedad civil organizada. También se deja fuera a representantes de los clubes sociales de cannabis, que son sin duda la principal puerta de acceso al cannabis para los pacientes a causa de la falta de regulación por parte de la Administración».
Echan de menos países invitados con regulaciones más amplias
El organismo pide protagonismo para países como Holanda, Israel o Malta, que no se cuentan entre los invitados pese a tratarse de países con algunos de los accesos más democratizados al cannabis medicinal, y recuerda la campaña en redes sociales #cannabisLEGAL, con la que está visibilizando a pacientes y especialistas desde su sección especializada en cannabis medicinal, Cannabmed. Los invitados han sido Francia, Grecia, Dinamarca, Alemania, Portugal y Finlandia.