Benito Diaz
La reunión telemática, titulada “Mujeres en el Cannabis, una perspectiva global”, permitió escuchar las opiniones y experiencias de distintas representantes del movimiento cannábico de todo el mundo. Médicas, científicas, abogadas, representantes de colectivos sociales, el pasado 28 de marzo pudimos escuchar sus reivindicaciones y vivencias, extrapolables a miles de personas.
La conferencia, estructurada casi en forma de diálogo entre las ponentes, comenzó a las ocho de la tarde (UTC+1). Fue ofrecida por la conjunción de dos organizaciones sin afán de lucro y moderada por Mary Biles, periodista y antigua productora de televisión, ocupada desde hace décadas en la divulgación de la cuestión medicinal del Cannabis.
Las instituciones organizadoras fueron la Asociación Internacional por la Medicina Cannabinoide, (IACM, por sus siglas en inglés) y Compromiso por el Acceso para Pacientes (PLEA). Ambos organismos están comprometidos con el avance en el conocimiento científico del Cannabis, el funcionamiento del sistema Endocannabinoide y el potencial terapéutico de la planta. Como podemos ver en el documento fundacional del IACM, “apoyamos la investigación sobre los productos del cannabis y el sistema Endocannabinoide; la promoción del intercambio de información entre investigadores, profesionales de la salud, pacientes y el público; la preparación y difusión de información fiable sobre la farmacología, la toxicología y el potencial terapéutico del cannabis y los moduladores del sistema Endocannabinoide; Seguimiento y documentación de los avances nacionales e internacionales con respecto a la terapéutica cannabinoide” actividades también extensibles a la PLEA.
Intervenciones
La conversación, como decíamos, estructurada más como un diálogo que como una conferencia en sí misma, salvó los problemas de conexión a los que las plataformas digitales nos tienen acostumbradxs. Entre las ponentes pudimos encontrar a Jaqueline Poitras, portavoz de la asociación de madres Mamaka en Grecia, Polita Pepper, representando a la asociación civil Cannativa de México; Viola Brugnatelli, neurocientífica y endocannabióloga; Shopie Hayes, enfermera especialista; Carola Pérez, directora del Observatorio Español de Cannabis Medicinal y Vera Twomey, defensora del Cannabis Medicinal.
Las intervenciones, tras las presentaciones oportunas, se sucedieron a respuesta de las preguntas de la presentadora. Se expusieron distintas aplicaciones del Cannabis Medicinal, por ejemplo, desde la perspectiva como profesional de la salud de Sophie Hayes, la cual visitó distintos lugares donde la planta estaba regulada para poder acceder a su uso terapéutico.
Viola Brugnatelli, explicó sus experiencias con el CBD, las investigaciones que ha llevado a cabo al respecto del Sistema Endocannabinoide, los conflictos que se han sucedido en más de 60 años de prohibición y las oportunidades que se han perdido por el camino. Sin embargo, la verdadera conversación surgió a partir de la pregunta de Biles, “¿Has sentido que se te trataba de forma distinta por ser mujer en el ámbito cannábico?”.
Discriminación, luz de gas
Jaqueline Poitras afirmó que desarrollarse como mujer, como empresaria, madre, lleva a mezclar muchas cosas. Se refirió a su experiencia con pacientes clínicos, como parte de la plataforma Mamaka, que apuesta por una regulación del Cannabis en favor de las personas con enfermedades. Recordemos que Poitras comenzó en estas lides dada la enfermedad de su hija pequeña. “El mundo médico nunca ha sido demasiado amable”, comentó. “He pasado mucho tiempo hablando con doctores que mostraron actitudes machistas al darse cuenta que detrás del nombre “Jac”, no había un hombre, sino que era un diminutivo de “Jacqueline”. Estos médicos han mostrado mucha más seriedad, más profesionalidad, cuando no han sabido que era una mujer, a través de correos o menciones en grupos de difusión”, relató la fundadora de Mamaka.
Vera Twomay se refirió a la cuestión de decidir querer tratarse con Cannabis frente a las opiniones de médicos que acusaban a las mujeres de “estar locas o histéricas”, con el término HFS, Síndrome de la Histeria Femenina, supuesta patología de marcado carácter machista. “Si no puedes curarme, si no puedes ayudarme, al menos dímelo, no me mantengas en la ignorancia ni intentes que me calme”, denunciaba la abogada desde Irlanda. A este respecto, Brugnatelli apuntó también al Síndrome del Doctor-Dios y resaltó que, a pesar de tratar con muchos médicos, han sido mujeres de todo el mundo las que más le han ayudado, apoyado, puesto en contacto con otras redes, a pesar de no ser médicos.
Carola Pérez, explicó que al menos el 70% de las personas pertenecientes a su asociación de enfermos, son mujeres que buscan aliviar sus dolencias con el Cannabis. Apuntó a las razones y, al respecto del comentario de otra compañera, abundando sobre la cuestión de las mujeres en bikini utilizadas en las ferias como reclamo y que este año en la International Cannabis Bussiness Conferences se pudo ver hasta un azafato, Carola también reflejó malestar por el acoso sufrido en los eventos nocturnos, pidiendo respeto pues hay personas que no desean ser tocadas ni besadas».
Brugnatelli comentó que el Cannabis Terapéutico está muy relacionado con dolencias que son mayoritarias entre las mujeres, como la fibromialgia o las complicaciones en el período. “Estas afecciones femeninas, no son en absoluto imaginarias, como nos han intentado hacer creer durante décadas, con palabras como “no, lo que pasa es que estás loca”, una afirmación que compartieron varias de las ponentes a las que les había pasado lo mismo.
Techo de cristal, liderazgo, feminismo
La pregunta al respecto del liderazgo dentro de la industria del Cannabis, también mostró su lado discriminatorio hacia las mujeres, de una forma similar a la que Poitras describía, siendo a menudo infravaloradas a pesar de sus habilidades, no reconocidas por sus méritos laborales o confundidas con un “fake boss”, en el caso de las mujeres empresarias que no son reconocidas como autoridad por parte de proveedores o clientes, los cuales preguntaron por el “verdadero jefe de la empresa”.
“Piensas que eres buena en algo, pero tienes que ser la mejor. Hay que demostrar que se está dispuesta a sacrificarlo todo por la empresa, algo que no se espera de ningún hombre”, denunció Hayes. “Por otro lado, el Cannabis Medicinal es una oportunidad de evaluar el potencial de muchas mujeres como sanadoras”.
Polita Pepper, en su turno al respecto de la exposición de Poitras sobre las organizaciones que sacan a la luz las experiencias de madres con menores con enfermedades, declaró que el sistema patriarcal ha promovido los roles de dominación, pero “las mujeres encuentran felicidad participando de movimientos sociales, tales como el cannábico. Toman decisiones sobre sus propios cuerpos, sus propias familias, sus propios territorios. Encuentran la dignidad en ello, eligen tomar caminos diferentes contra la imposición binaria. El Cannabis es un punto de unión, vivimos un momento de cambios históricos a nivel mundial y reunimos a las mujeres de las ciudades, de las comunidades indígenas, a las mujeres más allá de las fronteras impuestas y autoimpuestas”.
Sobre esta idea, Hayes añadió que es destacable la valentía del movimiento feminista cannábico, ya que constituye un doble estigma y un más que posible enfrentamiento con la autoridad. Las participantes abordaron otras cuestiones, como las críticas contra las portavoces de asociaciones, a las que se les acusa de estar lucrándose con el trabajo desinteresado, la conciliación con el trabajo que les lleva a un régimen de disponibilidad abusivo y reclamaron a las organizaciones médicas oficiales un mayor compromiso con los significados del Cannabis Medicinal.
La reunión concluyó abriendo el turno de preguntas.
Pueden encontrar más información sobre las entidades organizadoras en la página web de la IACM y su homóloga de la PLEA.