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Augusto Vitale: “España se merece tener acceso a Cannabis Terapéutico”

Augusto Vitale: “España se merece tener acceso a Cannabis Terapéutico”

Benito Díaz

El proceso regulatorio de Uruguay, ha sido observado por multitud de naciones desde que se estableció en 2013. Sus aplicaciones en la regulación del Cannabis de uso Terapéutico, así como el de Uso Adulto, han propiciado que otros países tomen partido por políticas de drogas más acordes con la sociedad actual, dejando de lado las influencias prohibicionistas de la fallida “Guerra contra las Drogas”. Conversamos con Augusto Vitale, figura principal en la regulación de la planta.

Augusto Vitale Marino es psicólogo y ha trabajado durante mucho tiempo en el ámbito de la reducción de riesgos, dando el paso a la política al llamamiento del presidente Mujica. Montevideano, fue licenciado en su área por la Universidad de la República del Uruguay. Participó de forma activa en el proceso regulatorio de Uruguay, siendo encargado de conducir el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA). En la actualidad, ayuda al gobierno de la ciudad en Políticas de Juventud y empleabilidad para las poblaciones más vulnerables.

Escenario previo a la regulación en Uruguay

Vitale recuerda que existía un movimiento ciudadano por la regulación del cannabis, previo a la legislación. “Organizaciones con peticiones por políticas de drogas más justas para regular parte del mercado de Cannabis en Uruguay. En 2012 había dos propuestas distintas en el parlamento, antes de que el presidente Mujica enviase su proyecto de ley. Ya había una masa crítica anterior, sobre todo centrado en el tema del autocultivo, basado en el principio constitucional de ‘actos privados que no afectan a terceras personas’ y cierto acuerdo parlamentario para avanzar por esa vía, hasta que se presenta un proyecto integral con una visión mucho más amplia. Esto aportó un punto de vista en el que seguimos trabajando, que son las políticas de drogas basadas en evidencias, me refiero a que había evidencias suficientes para ampliar esa regulación más allá de autocultivo dentro de las casas de las personas, entendiendo que no todas las personas interesadas en el acceso iban a optar por este camino”, resume, relatando que se abrieron tres vías: el Uso Adulto, el Medicinal y el Cáñamo Industrial. Señala a su vez que no solo se utilizaron perspectivas anteriores como las de países europeas, por ejemplo, la suiza de los cuatro pilares para la regulación, también las experiencias de Euskadi, Barcelona, vinculadas a la reducción de daños. “Esto no implicó dejar de perseguir los delitos relacionados con las drogas. A veces, se confunde que el Uruguay, al regular el Cannabis, dejó de trabajar con la actividad ilícita de los mercados no-regulados. Se siguió haciendo y se fortaleció una secretaría nacional anti-blanqueo, se implementaron líneas de actuación con la Policía, así como con muchos actores anexos al control de las actividades criminales. La regulación vino a establecer reglas propias para el Cannabis, que copaba un mercado ilícito al 80%. Hasta ese momento, las personas tenían la posibilidad de consumir, pero no de acceder a unas sustancias que figuraban en las listas fiscalizadas de la ONU”

El proceso regulatorio llevado a cabo en Uruguay, requirió el acuerdo entre distintos actores, tanto políticos, como económicos, como sociales, de enorme relevancia entre ellos y sin los cuales, un proyecto de esta magnitud es algo inimaginable. Vitale apunta a una clave concreta, en este caso, haber mantenido una agenda desde el inicio del proyecto que incluía tanto a agentes sociales, asociaciones, ciudadanía, etc., así como la Academia, los investigadores, que aportaban evidencias comprobadas de alta calidad para poder generar una nueva política preparada para “impactar” tanto a nivel nacional como internacional. “En los debates sobre políticas de drogas que ya se celebraban en 2009, estaban implicados políticos, investigadores, expertos en políticas de drogas, que examinaban las políticas públicas de drogas para elaborar estrategias nacionales extendidas desde gobiernos anteriores, incluso de distinto signo político”, explica Vitale, dando a entender que el gobierno de Mujica no había “descubierto la pólvora”, sino que había dado el paso siguiente basándose en las experiencias anteriores, aceptando las políticas de reducción de daños en favor de las personas que las requieren.

La clave, en otras palabras, fue desarrollar una agenda de trabajo de más de un año y medio, desarrollando debates públicos con todas las voces. “Mujica nos decía, no vamos a hacer valer una mayoría circunstancial en el Parlamento. Vamos a tratar de debatir lo más posible para llegar a una votación democrática, pero con una base de discusión con todas las voces, incluso las más prohibicionistas”. Los cambios de paradigma, por ejemplo, entre “Drogas y Alcohol”, que pasó a ser “Alcohol y otras drogas”, o el de la “prohibición”, sustituido por “responsabilidad compartida”, son los frutos de estos movimientos y del debate público.

Autocrítica

Vitale rememora algunas críticas que se hicieron durante el proceso y opina que hay que escuchar todas esas voces, sin desestimarlas, “transformando esas opiniones en conocimiento fundado e ideas sustanciosas. La política de drogas es algo demasiado importante como para dejarlo librado al grito de la tribuna o a la inspiración de algún político que piense que hay que tomar un camino u otro”. El antiguo director del IRCCA reflexiona sobre los modelos previos a examinar, desarrollar un aprendizaje en base a ellas y ser humilde en la concepción, permitiendo una apertura hacia las alternativas. “Hemos tenido voces en contra, de las que más recuerdo son las que caricaturizaban al presidente Mujica, poniendo este tema sobre la mesa y diciendo, bueno, es mejor que este tema lo regule el mercado ilegal. Cuando se abrieron los argumentos, incluso aquella gente que llevaba el proyecto hacia la caricatura, recibió un impacto que luego fue entendido de otra manera, surgiendo voces nuevas que no eran contra Mujica, sino que otros políticos de distinto signo también estaban de acuerdo con esta regulación”, declara Vitale, descubriendo un actor que ya no estaba tan sujeto a ideologías.

El acceso a menores fue otro punto de discrepancia, así que se trabajó con atención, incluyendo la ley un lazo con el sistema educativo nacional, para desarrollar información, prevención y estrategias frente a consumos problemáticos. “Esto fue una conquista de voces que reclamaban que este aspecto debía estar en especial salvaguarda”. Vitale menciona a la JIFE, que especificó que Uruguay tenía un comportamiento “propio de una nación pirata”, pues se había salido de las convenciones y tratados internacionales para dar acceso al Cannabis regulado a la población, “saliéndose con la suya con normas propias, una falacia pues las propias convenciones respetan los marcos y tratados de los países integrantes de la ONU, que son lo que luego dan los lineamientos acordados al organismo, impidiendo que la JIFE por sí misma pueda criticar al país”.

La alternativa, según Vitale, fue la elección del Uruguay, el camino que decidieron transitar. El gobierno de Mujica no solo trajo la regulación como avance en materia de derechos humanos, también el matrimonio igualitario o la interrupción voluntaria del embarazo. “En cualquier de esos casos, la iglesia católica entre otras, cuestionaron el camino, pero nunca llevaron adelante movimientos para obstaculizarlos, como tampoco ocurrió con la regulación del Cannabis, manteniéndose dentro del juego democrático sin impugnar la ley resultante”, pudiendo pasar de esta manera de “la caricatura” inicial, al “retrato” de la ley, esto es, dar acceso seguro con normas claras y control público, un tema complejo que Vitale abordó desde el recién creado IRCCA.

Regular sin concesiones

Uno de los aspectos más impresionantes de la regulación pionera implementada en Uruguay, ha sido el cerco impuesto a las grandes empresas inversionistas multinacionales del Cannabis, que parecen sobrevolar todos los proyectos regulatorios que tengan que ver con la planta. Vitale se refiere a lo mencionado con anterioridad, la “clave” de construir política pública desde la evidencia, desde el respeto a los DDHH, entendiendo que no es un problema de seguridad pública, sino de salud pública, de convivencia social. “Sobre todo, manteniendo la coherencia en la discusión y en la fundamentación. Uruguay lideró en 2008 una declaración contraria a la pena de muerte en los delitos de drogas, oponiéndose a cualquier sanción que vulnere los DDHH en cuanto a delitos de drogas. Nuestro país ya estaba llevando a cabo una posición crítica en cuanto a las posiciones más extremas del prohibicionismo. Poniendo a las personas en el centro y manteniendo estos principios, es como el estado asume el control de toda la cadena de la regulación. Es el estado el que reguló, no la empresa. Tampoco fue una propuesta de la empresa. Si bien nos sentamos con las voces del sector privado para escuchar y entenderlas, lo que estaba en el centro no era el interés empresarial, sino el del ciudadano, acceso seguro con perspectiva de salud pública, reducción de daños, control de calidad. Si las empresas se autocontrolan y autoregulan, no podrían llevar a cabo el mismo servicio. Esto es algo que sucede con el Alcohol, llegando al momento en el que hay una baja percepción de riesgo con esta sustancia. La publicidad del Alcohol, por ejemplo, siempre muestra a personas divertidas, dejando de lado la parte complicada del consumo problemático”, demuestra Vitale.

Regulación en España

La cuestión de los clubes y asociaciones cannábicas de nuestro país, ha sido revisada y servida como modelo para muchas naciones que comienzan sus proyectos de regulación. “Mujica pidió que esos clubes fueran más pequeños. No estoy haciendo crítica, pero teníamos evidencia de que cuando no hay una presencia de control gubernamental, el propio club se puede prestar a actividades que no son poner en el centro el acceso ciudadano a Cannabis Seguro. En Uruguay, se limitó esa actividad, pero se permitió trabajar a la entidad como club social con actos privados, membresía. No sé si funcionan mejor que el autocultivo pero ya hay algo más de 229”, estima Vitale.

Al respecto de la subcomisión que se está ocupando de estudiar la aplicación del Cannabis Terapéutico en el seno del Congreso de los Diputados, nuestro entrevistado asegura conocer los pormenores, a través de sus contactos en asociaciones y el Observatorio Español de Cannabis Medicinal. “España se merece tener algún tipo de acceso a Cannabis Medicinal y Terapéutico. No solo a la definición de Cannabis Medicinal como único producto para acceder, gracias a algunas resoluciones de la Comisión Europea que según lo ha expuesto Araceli Manjón, que muestran que no se deberían modificar muchas normativas para poder dar acceso seguro a este tipo de producto. Mi opinión es que España tiene un uso muy normalizado, pero poco regulado. No estoy seguro si la manera es avanzar por un lado con el Cannabis Terapéutico y por otro el de Uso Adulto, pero es inteligente poder proseguir de esa manera. Sin embargo, los acuerdos políticos no llegan y eso preocupa a mucha gente que lleva mucho rato trabajando en ello. El espectro político se está encontrando con una solución que se le entrega armada y a pesar de ello, no acuerda nada. No sé qué tipo de cálculo político realizan, pues creo que hay un porcentaje de cerca del 80% de la población que está de acuerdo al acceso al Cannabis Medicinal. Si esta decisión está saldada, ¿qué ocurre con el ámbito político que no la pone a funcionar?”

Sin embargo en España tienen una gran capacidad del movimiento asociativo para llevar a cabo acciones públicas, como diciendo “miren, los ciudadanos estamos de acuerdo”. Creo que falta una buena discusión fraterna, gentilezas políticas de discusión republicana, son muy importantes. Si realizamos un cálculo político de cuántos votos voy a perder en las próximas elecciones, dejamos postergado un tema que la gente está pidiendo. No sé si esa es la razón, pero entiendo que no hay una articulación de política mayor que permita avanzar en algo que España ha iluminado a otros actores, como nosotros, un país muy lejano pero muy vinculado con su cultura. Hace falta más fraternidad política”.

DATOS ACTUALES DE CANTIDAD DE REGISTROS PARA USO ADULTO:

Adquirentes Farmacia 48.286

Farmacias 24

Cultivo Doméstico 13.738

Miembros de Clubes 7.185

Clubes de Membresía 229

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