Benito Díaz
El estado de New York (USA) autorizó el Cannabis de Uso Adulto en 2021. Sin embargo, no había comenzado a emitir licencias para su cultivo hasta el pasado 15 de marzo. Las licencias para agricultores costarán 2000$ y permitirán cultivar un acre (4046,86m2) bajo ciertas condiciones laborales y de compromiso con el medio ambiente, lo que aportará beneficios a las arcas públicas mediante el ingreso de tributos.
La medida fue ratificada por la gobernadora del estado, Kathy Hochul, estableciento un programa de licencias para cannabis de dos años de duración. Esto asegurará el abastecimiento de la planta para alimentar la demanda y el trabajo de la industria del cannabis local. «Nueva York avanza a toda velocidad para crear la industria de cannabis para uso de adultos más inclusiva del país a través de nuestra Iniciativa de Oportunidades de Siembra», declaró la gobernadora Hochul. «Esta iniciativa creará ocasiones para el empoderamiento económico de los agricultores de Nueva York y las comunidades afectadas. Ahora que nuestro portal de solicitudes está abierto, animo a todos los agricultores de Nueva York que cumplan el requisito a participar en la granja a la venta que creará empleos y oportunidades en todo el estado».
La gobernadora menciona de esta manera a las comunidades golpeadas por la fallida Guerra contra las Drogas, que afectó de forma significativa a barrios afroamericanos y latinos, conduciendo al engrose de las listas en los penales por causas de drogas. En conjunto con los programas de resarcimiento para estas personas afectadas, el desarrollo del plan de licencias parece preocuparse por la producción en manos de minoristas, con menos oportunidades de inversión y recursos.
Las licencias
En la página web del Estado de New York, en su apartado para la Oficina de Gestión del Cannabis, podemos encontrar el formulario para convertirnos en parte de la sociedad cultivadora de la región. Según lo expuesto, el documento nos autorizaría a sembrar plantas con más del 0.3% de THC, en previsión del mercado de Uso Adulto. “Para ser elegible al presentar una solicitud, el productor de cáñamo debe haber sido autorizado para cultivar cáñamo bajo el Programa Piloto de Investigación de Cáñamo Industrial del Departamento de Agricultura y Mercados y cumplir con ciertos otros requisitos”, explica el comunicado. “La ley también creó una licencia de Procesador de Uso Condicional para Adultos […] Para ser elegible para presentar una solicitud, una entidad debe haber solicitado una licencia de procesador de cáñamo cannabinoide antes del 1 de enero de 2022 y tener una licencia aprobada emitida por la Oficina de Gestión de Cannabis. Más información seguirá de la Oficina con respecto a la licencia de Procesamiento de Uso Condicional para Adultos en las próximas semanas” resume la página, al respecto de un tipo de “carnet de manipulador” para trabajar el Cannabis.
Las disposiciones del proyecto permitirían a los agricultores ocupar un acre de terreno (4046,86m2) al aire libre o en invernaderos de alrededor de 2322,576 metros cuadrados iluminados con un máximo de 20 luces de cultivo. También puede combinarse el cultivo de interior y exterior con un total máximo de 2787,0912m2, siempre que ese dosel interior permanezca por debajo de los 1858,0608m2 (medidas todas convertidas del sistema métrico anglosajón).
Los plazos de inscripción se abrieron el 15 de marzo y se cerrarán el 30 de junio del presente año. Los costes de la administración alcanzan los 2000 dólares y se necesitan una serie de compromisos a cumplir, como son las prácticas de cultivo seguras, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, la participación en un programa de mentores de equidad social y celebrar un acuerdo con una organización laboral o sindical.
Comunidades castigadas
El desarrollo de las políticas de drogas iniciadas por la administración Nixon y recrudecidas hasta el paroxismo en las décadas posteriores, han producido miles de muertes y ha acabado colapsando los sistemas penitenciarios de medio mundo, incluidos los norteamericanos. Estas políticas atacaban en muchos casos a las personas más vulnerables de comunidades deprimidas, como las afroamericanas o las latinas de EEUU, cuyos integrantes son ahora mayorías entre rejas. Esto no solo ha producido un notable impacto entre las familias, ya de por si azotadas por el desempleo y los bajos ingresos, sino que ha privado de oportunidades para el crecimiento de las zonas donde residían.
La regulación propuesta por el estado de Nueva York, tiene en cuenta estos factores que comentaba la senadora Alexandria Ocasio-Cortez durante 2019, al hablar de la injusticia racial cometida en el tema del Cannabis. “La encarcelación en masa de personas latinas o afrodescendientes por delitos relacionados con el cannabis supone un perjuicio social que se traduce en mayores dificultades laborales para estos grupos perjudicados, a los que después las empresas buscan para beneficiarse de mano de obra barata, y les excluye de emprender proyectos empresariales si tienen antecedentes ante una posible legalización. Además, mientras dura la cárcel, algunos presos se ven obligados a trabajar a un sueldo esclavo por la ley estadounidense”, explicaba la congresista.
Economistas sugieren que la nueva industria de la Marihuana de Uso Adulto, podría generar hasta 350 millones de dólares solo en impuestos. Parte de esos ingresos deberían ser reinvertidos, a la luz de estos acuerdos, en las comunidades afectadas por sentencias de las antiguas políticas de drogas