Arnau Alcaide
El Observatorio Europeo de Drogas y Drogodependencias (EMCDDA) libera la guía ‘Entornos recreativos y drogas: respuestas sanitarias y sociales‘ en el marco de una guía de política de drogas para los Estados miembros llamada Respuestas sanitarias y sociales a los problemas de las drogas: una guía europea. En ella, sin desterrar los argumentos de que las prácticas de reducción de riesgos y daños fomentan el consumo, recomiendan establecer servicios de análisis de drogas para mejorar la información de las personas usuarias.
«Los servicios de control de drogas permiten a las personas que podrían consumir drogas analizar químicamente sus sustancias, proporcionando cierta información sobre el contenido de las muestras, así como asesoramiento y, en algunos casos, asesoramiento o intervenciones breves«, que refieren a ayudar con algún mal efecto. «Estos servicios también pueden brindar oportunidades valiosas para involucrar a las personas que usan drogas y para apoyar las actividades de monitoreo de drogas».
«Se han establecido servicios de análisis de drogas en toda Europa, pero no funcionan en todos los países. Estos servicios utilizan una variedad de modelos diferentes, que incluyen centros de prueba fuera del sitio y pruebas en el sitio en festivales y clubes nocturnos», concluye de la definición del servicio.
Eleva dudas al respecto de su eficacia para reducir el consumo o testar in situ
«Varios países europeos incluyen el análisis de drogas como un componente de sus estrategias más amplias de reducción de daños, pero no está exento de controversia. Si bien la verificación puede brindarles a las personas que usan drogas cierta información sobre las sustancias que potencialmente pueden usar, los críticos temen que los consumidores se sientan falsamente seguros de que las drogas probadas son seguras de usar. Comentar sobre este tema es complicado por los diferentes enfoques analíticos que se utilizan para las pruebas y las dificultades técnicas para proporcionar un análisis químico rápido y preciso de las sustancias y mezclas que se venden en el mercado de drogas ilícitas«, recomienda con cinismo.
«Sin embargo, el control de drogas brinda una oportunidad para llegar a personas que generalmente no se involucran con los servicios ni ven su uso de drogas como problemático«, argumenta, culpando de la desconexión del sistema sanitario a las personas usuarias. «También proporciona información útil para fines de control de drogas. A veces se emiten alertas, por ejemplo, cuando se detecta una «marca» de píldora de MDMA de muy alta potencia, aunque se necesita más trabajo para comprender el impacto conductual de este enfoque», reconoce tímidamente de su única fuente de datos. «Dados los desarrollos en el mercado europeo de drogas y el creciente interés en estos enfoques, la evaluación del impacto de los diferentes modelos de control de drogas debe considerarse una prioridad», prioriza del avance de la política de drogas basado en la evidencia de las actuaciones, cuestión que si se plantea de forma rigurosa avala el servicio de análisis.
En el apartado Brechas cuestionan las actividades de reducción de daños que no estigmatizan el consumo
«La evidencia sobre los beneficios de brindar información a los clubbers o sobre la eficacia de la educación entre pares (a menudo, la reducción de daños) es limitada», paternaliza a las personas usuarias. «Estas medidas tienen el potencial de ser contraproducentes, por lo que se necesita más investigación sobre las formas más efectivas de presentar información sobre riesgos y fomentar estrategias de uso más seguras, etc. Los servicios de análisis de drogas pueden tener el potencial de reducir el daño y pueden brindar una oportunidad para monitorear qué drogas se consumen en un entorno particular», explica con poco acierto de la que es la única fuente de datos de campo de las sustancias utilizadas que no son registradas por el cauce comercial habitual . «Sin embargo, se necesita investigación sobre la eficacia de los diferentes modelos de provisión y su adecuación a diferentes entornos», vuelve a cuestionar.
El informe es relevante por el aval a los servicios de análisis, pero plantea serias dudas acerca de las posibilidades de la política de drogas a nivel europeo de transformar el sistema punitivo en uno socio-sanitario de acompañamiento sin castigo, libre del estigma sobre el consumo. Reiteración en la duda incomprensible cuando se pueden evitar sobredosis o malas interacciones solo con información, así como acceder a población que no quiere acercarse a los servicios sanitarios por el estigma con el que convive y la respuesta sanitaria estandarizada que espera recibir.
European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (2022), Recreational settings and drugs: health and social responses, https://www.emcdda.europa.eu/publications/mini-guides/recreational-setti….