Arnau Alcaide
El estudio del consumo de jóvenes del estado de Washington arroja descensos del uso de alcohol, nicotina y tranquilizantes después de que se legalice el cannabis no medicinal en el estado. Se trata de una investigación hecha a partir de los datos cruzados de sondeos que se practican en los países o estados que ya han regulado el acceso legal con tal de hacer el seguimiento o evaluación de la política legalizadora.
En concreto, este estudio trabaja con una muestra poblacional de 12.700 adultos jóvenes. Publicado por Charles B. Fleming et al. en el Journal of Adolescent Health, la investigación se basa en los datos cruzados de seis encuestas distribuidas a lo largo de los años 2014-2019, inmediatamente posteriores al año en el que el estado vivió el cambio legislativo, el 2014, aunque la disponibilidad del cannabis no fue inmediata.
Los jóvenes fueron separados en dos grupos de entre 18 y 20 años, cuyo consumo es ilegal, y de entre 21 y 25 años, de consumo legal. En estos grupos se pudo comprobar un cambio de la tendencia. Si la tendencia de consumo histórica, o al menos la de los datos disponibles de baja calidad, ha sido que las poblaciones usuarias de cannabis tenían mayor tendencia a consumir otras sustancias, después de la legalización, de acuerdo con los resultados de este estudio, se revierte, siendo los grupos con consumos medios y frecuentes de cannabis los que recurren menos a otras sustancias.
Aunque se atribuyen los descensos de tranquilizantes y de atracones de beber a la regulación del cannabis no médico, no se puede descartar que el descenso en el consumo de cigarrillos esté motivado por el cambio al cigarrillo electrónico, pues este presenta aumentos de uso que podrían entenderse como sustitutivos.