Arnau Alcaide
Una revisión bibliográfica de este 2022 sobre la evidencia disponible del uso de cannabinoides ante enfermedades dermatológicas refuerza el conocimiento de que «los cannabinoides pueden ser efectivos para el tratamiento de varios trastornos inflamatorios de la piel». En concreto, la investigación destaca que «los agonistas selectivos del receptor CB2 [del sistema endocannabinoide] son efectivos en el tratamiento de la esclerosis sistémica cutánea difusa y la dermatomiositis. El dronabinol [THC sintético] mostró eficacia para la tricotilomanía. El cannabidiol sublingual y el Δ-9-tetrahidrocannabinol tuvieron éxito en el tratamiento del dolor asociado con la epidermólisis ampollosa«.
Torunn E. Sivesind et al. explican que el motivo de su investigación es el creciente interés por los productos con cannabinoides, algunos de los cuales, en forma de cremas de CBD, ya prometen efectos beneficiosos sobre la piel: «Las propiedades antiinflamatorias de los cannabinoides han despertado el interés de investigadores y médicos porque representan vías prometedoras para el tratamiento de trastornos cutáneos autoinmunes e inflamatorios que pueden ser refractarios a la terapia convencional». A nivel tópico, la investigación también destaca la «eficacia del uso de CBD, N-PEA [amida de ácidos grasos endógena] y Δ9-THC tópicos para prurito crónico y urémico, cicatrices postinflamatorias, úlceras secundarias a pioderma gangrenoso y calcifilaxis (tipos urémico y no urémico), epidermólisis ampollosa, psoriasis vulgar y dermatitis (atópica, asteatótica y seborreica)».
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción del CBD sería diferente al afectar a otros receptores y no ser agonista del receptor CB2. Aún así, el uso tópico de cannabidiol tendría la propiedad de liberar un tipo de citocinas antiinflamatorias que serían beneficiosas para la reducción de la inflamación. De la misma forma que el THC, también inhibiría las citocinas patógenas ante el uso cutáneo.
El THC sí genera la reacción antiinflamatoria propia del efecto agonista sobre el receptor CB2. Esta ocurre tanto cutánea como por ingesta o inhalación y «estimula la resolución de las respuestas inmunitarias innatas al activar la producción de mediadores lipídicos de prorresolución, como la lipoxina-A4 y B4 y la resolvina-D1 y D3». Así pues, «se ha demostrado que la activación de los receptores CB2 presentes en el tejido linfoide inhibe la liberación de citocinas de las células inmunitarias y, por lo tanto, reduce la inflamación«.
Esclerosis sistémica cutánea difusa, dermatomiositis, tricotilomanía, epidermólisis ampollosa, prurito crónico y urémico, cicatrices postinflamatorias, úlceras secundarias a pioderma gangrenoso y calcifilaxis, epidermólisis ampollosa, psoriasis vulgar y dermatitis atópica, asteatótica y seborreica.
Son las enfermedades de la piel para las que hay evidencia
Distribución de los 26 artículos revisados
Para la revisión bibliográfica, iniciaron una búsqueda en octubre de 2020, utilizando las bases de datos PubMed y Embase. Seleccionaron 26 estudios en humanos de entre 248 artículos publicados sobre los cannabinoides en enfermedades cutáneas desde 1965 hasta octubre de 2020, recogiendo tanto la aplicación tópica como la sublingual. La investigación ve «prometedor« el uso de cannabinoides ante estas enfermedades y reclama «investigación adicional para evaluar la eficacia y determinar las pautas de dosificación, seguridad y tratamiento a largo plazo«. El equipo excluyó otras revisiones bibliográficas, los estudios que utilizan modelos animales y los estudios no dermatológicos ni farmacológicos.
«Hubo 13 informes que evaluaron los efectos de los cannabinoides sistémicos (preparados orales, de inhalación o sublinguales), de los cuales siete eran ensayos clínicos; hubo dos estudios piloto, dos series de casos, un reporte de caso y un estudio experimental. Hubo 13 artículos que evaluaron la utilidad de los cannabinoides tópicos. De estos, cuatro eran ensayos controlados aleatorios (ECA), cinco eran estudios de cohortes y cuatro eran informes de casos o series de casos. Solo un artículo investigó los efectos de los cannabinoides tanto tópicos como orales«, puede leerse en su metodología.