Benito Díaz
El programa de intervención social, Energy Control, cumple 25 años manteniendo sus investigaciones y recogida de datos al respecto de personas que consumen sustancias psicotrópicas en contextos de ocio. La entidad sin ánimo de lucro, comenzó sus actividades en 1997, estableciéndose de forma pionera y poniendo en marcha diversos servicios que hoy son reconocidos por entidades gubernamentales como el PNSD o el EMCDDA europeo.
Energy Control es un grupo multidisciplinar integrado por personas profesionales y voluntarias, con intención de ofrecer diversos servicios a las personas que consumen sustancias, de forma útil y cercana. Los servicios más destacados son la creación de contenidos para la reducción de daños en el uso lúdico de sustancias psicoactivas, las encuestas a la población y el laboratorio de análisis de muestras, desde donde se han lanzado alarmas a menudo, por la composición de ciertas sustancias del mercado ilícito.
El valor de la iniciativa, como parte de la asociación catalana “Bienestar y Desarrollo”, ha sido reconocido por organismos estatales, recibiendo al menos una decena de premios, entre los que destacan el European Drug Prevention Prize del Consejo de Europa en 2010 y el Reina Sofía, en la sección «Prevención en el ámbito educativo y comunitario» en 2014.
Pioneros
En 1997, un grupo de voluntarios del centro de Centro de Atención y Seguimiento de las Drogodependencias (CAS) de Sants, comenzó una investigación a pie de campo al respecto de los hábitos de consumo de las personas que consumían drogas en la escena de la música electrónica de Barcelona. Para ello se desplazaron a las discotecas, raves y fiestas, lugares donde recabaron información y muestras de las sustancias que se consumían en las frenéticas noches barcelonesas de los años 90, música progressive y makina, en lugares como Scorpia, Chasis o Pont Aeri. El planteamiento era sencillo y sigue vigente hoy en día: existe un placer en el uso de sustancias, las personas van a seguir consumiéndolas aun sabiendo los efectos secundarios. De esta forma, la necesidad de informar a esas personas para que puedan llevar a cabo un consumo responsable, se torna imprescindible.
Entre los primeros trabajos de la entidad, la creación de contenido en forma de folletos o trípticos, es la que más se recuerda. Panfletos informativos sobre las dosificaciones, la forma de consumo más aconsejable, formas de actuar ante situaciones de urgencia y teléfonos oficiales, entre otros recursos, llamaron la atención tanto de los gobiernos locales como los autonómicos y nacionales, que terminaron financiando el proyecto.
El trabajo incansable de las personas de Energy Control, ha sido crucial para muchas personas. Es probable que su servicio de análisis de sustancias, sea el más reconocido fuera de nuestras fronteras. Durante los últimos años, el número de muestras que han recibido, se ha multiplicado y ha comenzado a recoger muchas más aportaciones desde otros países, que se han dado cuenta de lo necesario de este tipo de exámenes químicos. Es la entidad que más datos aporta al Observatorio Europeo de Drogas y Drogadicción (EMCDDA).
Valoraciones
El actual director del proyecto, Claudio Vidal, agradece que en este tiempo hayan tenido la oportunidad de pasar de ser un proyecto pequeño en el ámbito local a ser un programa más grande que ha podido desplegar su trabajo tanto en los propios centros como en el aspecto internacional. “Celebramos habernos convertido en referencia para nuestro público objetivo, las personas que consumen drogas”, explica.
“En comparación con otros países, en España no hemos tenido tantos problemas para poner en marcha nuestro trabajo”, asegura Vidal al respecto de los obstáculos para realizar sus propósitos. “Pudimos poner en marcha servicios de análisis, tener un discurso en el tema del consumo de drogas, propio y distinto, al margen del discurso imperante. En general, aunque hemos tenido detractores, eso no nos ha impedido avanzar. Quizá haya tenido que ver el apoyo que nos han brindado las administraciones públicas y de otros factores”, aclara el director de EG, señalando de forma especial el momento actual al respecto de los problemas de financiación del tercer sector. “A veces echamos en falta que el apoyo de las administraciones sea del tipo económico para poder mantener todo el trabajo”, reclama Vidal.
Las políticas de drogas son otro de los intereses del proyecto. “Estas cuestiones de este tipo en nuestro país, siempre han estado un paso por delante de otras naciones de nuestro entorno. En España disponemos de una red pública de atención, muchos años de programas de reducción de daños, cuando en otros países es ahora cuando lo están considerando”, discurre el director de EG.
“Creo que estas políticas han sido muy positivas, pero también hay otros intereses particulares que parecen que se están dejando atrás, como es el caso del Cannabis, por ejemplo, donde no termina de establecerse una posición clara, a diferencia de países de nuestro entorno”. Claudio Vidal reconoce que, desde los años 90 hasta hoy, las drogas han dejado de ser una prioridad desde la esfera política, destacándose solo cuando suceden problemas muy serios.
Claudio Vidal desea que dentro de otros 25 años se pueda seguir realizando el trabajo que tienen, pues “queda mucho por hacer. El servicio de análisis tiene mucho camino por andar, no solo en poder ampliar la cobertura, sino implementar nuevas metodologías de análisis y encontrar recursos para analizar los nuevos mercados de drogas, muy cambiantes y dinámicos. Nuestro deseo es poder seguir respondiendo ante cualquier nuevo desafío”, concluye.
Más información en la página web de Energy Control, en su Twitter o en Facebook. También en Youtube.