Benito Díaz
El desarrollo de la industria del cannabis trae, de forma ineludible, el trabajo de miles de personas que cooperan para que el producto salga adelante. Aunque en nuestro país y en los países de la UE, el sector no ha ganado todavía el peso que le corresponde, en EEUU ya es una parte productiva importante, motivo por el cual en 2017 se presenta este documento, que reconoce la necesidad de organización y reconocimiento de derechos para los trabajadores.
El documento fue redactado por el profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Denver, Colorado, Marty Otañez. Según las directrices, el código materializa el deseo de construir una economía mundial del Cannabis en favor de los trabajadores, basándose en la investigación y experiencia etnográfica, elementos clave de la investigación y el trabajo creativo basado en evidencia y datos.
El Código Internacional de los Trabajadores del Cannabis se crea para “repensar nuestra compresión de los trabajadores del Cannabis y plantear nuevas preguntas sobre la salud ocupacional y los derechos laborales”, explica el texto. Estas reclamaciones, buscan aumentar la regulación gubernamental y están diseñadas para la creación de plataformas que ayuden a lxs trabajadorxs del Cannabis a tener una voz influyente ante los empleadores. “Como conjunto de principios para construir una economía mundial del Cannabis a favor de los trabajadores, el código es un recurso para construir culturas de salud y solidaridad en los lugares de trabajo y los mercados del Cannabis”.
Derechos laborales
Las personas trabajadoras del sector del Cannabis pueden ver representados sus derechos en los primeros epígrafes del documento. “Los trabajadores del cannabis haremos valer nuestros derechos legales para formar un sindicato. Los trabajadores de un sindicato participan en negociaciones sobre salarios y beneficios con un empleador para un contrato. Si los trabajadores del cannabis hacemos valer nuestro derecho a formar un sindicato, debemos estar preparados para la confusión, la coerción, la intimidación y otras tácticas contrarias a los trabajadores generadas por los empleadores para evitar que tengamos una voz influyente en el trabajo”, explican los puntos iniciales.
“Los propietarios y gerentes de empresas de cannabis, funcionarios gubernamentales y legisladores que reconozcan nuestros derechos legales para formar un sindicato y no obstruyan las campañas sindicales se presentarán de tal manera que generen respeto por los empleadores de cannabis y las cadenas de suministro éticas” continúan las páginas.
Salarios y seguridad
La mayor parte del documento se refiere a la participación de trabajadoras y trabajadores a las funciones físicas que incluyen la recolección y tratamiento del Cannabis a nivel industrial. Sin embargo, también se incluyen exigencias generales para cualquier persona trabajadora del sector. Por ejemplo: “se eliminarán los riesgos laborales que perjudiquen a los trabajadores. Los problemas de moho, mildiú polvoroso (» pulmón verde «), productos químicos peligrosos y exceso de tetrahidrocannabinol en las superficies de trabajo se solucionarán”.
En referencia a los salarios, “en todos los lugares de trabajo relacionados con el cannabis, los salarios dignos triunfarán sobre los salarios bajos o estancados. Los trabajadores y sindicatos del cannabis abogarán por aumentos salariales regulares, promociones de rutina, protecciones contra disciplina o despidos injustos, horas de vacaciones, estabilidad en la programación, pago por enfermedad, horas extras y compensación laboral”.
Equipos de protección bastantes y suficientes, reducción de lesiones ergonómicas relacionadas con el levantamiento y movimiento de contenedores, plantas, suciedad, pesticidas, etc, lesiones por movimientos repetitivos al podar y manicurar el Cannabis y mantener las herramientas de trabajo limpias, lubricadas y afiladas, son otras de las necesidades del trabajo.
Salarios, despidos, igualdad, solidaridad
La pugna por los derechos laborales del sector del Cannabis, implica poner fin a despidos injustificados, disputas salariales, acoso y discriminación racial y de género en el lugar de trabajo. “Las brechas salariales de género, raza y clase existen en el sector del cannabis y estas brechas socavan cualquier reclamo de producción de cannabis ético y sostenible; Los trabajadores del cannabis desafiarán las disparidades salariales y promoverán las condiciones para lograr un nivel de vida más alto para los trabajadores del cannabis”. De esta forma, las personas trabajadoras del Cannabis deberán permanecer alerta, respondiendo a grupos profesionales de la industria del Cannabis y organizaciones comerciales que puedan presionar contra los aumentos del salario mínimo, políticas de salario digno y mejoras en los beneficios de desempleo y derechos de negociación sindical colectiva. “Los esquemas de responsabilidad social y ambiental de la industria del cannabis, así como las iniciativas filantrópicas del cannabis, se apoyarán solo cuando las empresas de cannabis involucradas en estos esfuerzos demuestren públicamente un esfuerzo de buena fe para apoyar salarios dignos, contratos justos, iniciativas de justicia climática y campañas de organización sindical como temas de participación comunitaria”.
Entre los últimos puntos, el texto afirma que los productos del cannabis orgánicos y sostenibles, solo existen cuando los trabajadores reciben aumentos salariales, seguridad laboral y mejores condiciones de trabajo. “Los trabajadores no deben apoyar las afirmaciones de producción de cannabis ética y libre de pesticidas cuando los empleadores participen en campañas de intimidación antisindical”.
España
En nuestro país, todavía no se ha constituido un sindicato que centralice las necesidades de las personas trabajadoras del Cannabis. Tampoco se ha establecido una industria líder en torno al Cannabis, de hecho, hoy en día continúan sin regularse por completo los Usos Terapéuticos y el Uso Adulto. Por otra parte, existe de facto una industria del Cannabis que carece de representación para la lucha por los derechos de los trabajadores.
Estas personas no están reconocidas en muchos casos como trabajadoras, llevando a cabo sus funciones en la irregularidad laboral, cobrando en dinero sin declarar o sin percibir ningún tipo de retribución por despido, desempleo, etcétera, por estar operando sin conocimiento de la Seguridad Social.
Pese al oscurantismo interesado de algunas empresas del Cannabis, movimientos sociales han dado un paso adelante para emprender el camino de la lucha laboral. Organizaciones como Cannabis en Lucha, que entre sus objetivos consta el reconocimiento de lxs trabajadorxs, así como la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (ConFAC), han hecho acercamientos a sindicatos mayoritarios como Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) recibiendo un tibio apoyo sin ningún avance real ni compromiso para con las personas trabajadoras del Cannabis.
En un momento de incertidumbre, donde la guerra, la crisis y la imposición de criterios contrarios a los meros derechos humanos se hacen fuertes y crecen ante la pasividad de aquellas personas que se supone que representan a la mayoría, son necesarias más que nunca las uniones y solidaridad entre personas trabajadoras.