Se otorgarán licencias para uso médico o farmacéutico
Japón, uno de los países más estrictos y hostiles del mundo con respecto al cannabis, ha dado recientemente un gran paso hacia la reforma, lo que podría suponer un gran auge para la industria del CBD del país y abrir la puerta a la creación de una industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en el país.
A finales de octubre de 2023, el gobierno japonés aprobó un proyecto de ley para modificar su Ley de Control del Cannabis, de casi 75 años de antigüedad, que pasó a llamarse «Ley de Regulación del Cultivo de Plantas de Cannabis».
Con la aprobación de este proyecto de ley por la Cámara de Representantes el 14 de noviembre de 2023, las empresas y los inversores por igual miran ahora hacia el mercado como una oportunidad significativa en la región.
Chikako Yoshida, directora ejecutiva de Astrasana Japan, explica que la noticia ha generado un gran entusiasmo en la incipiente industria del país.
¿Qué ha ocurrido?
La enmienda se aprobó el 24 de octubre, y el Gobierno declaró su intención de promulgarla «en el plazo de un año a partir de su promulgación».
Semanas después, el 14 de noviembre, el proyecto de ley fue aprobado por la mayoría de los miembros del partido gobernante y otros en una sesión plenaria de la Cámara de Representantes.
El proyecto de ley modificará varios aspectos clave de la actual normativa del país en torno al cannabis.
En primer lugar, la revisión significará que los productos farmacéuticos que contengan ingredientes extraídos de plantas de cannabis podrán utilizarse en el país.
Según la legislación actual, los productos farmacéuticos fabricados a partir del cannabis solo pueden utilizarse en ensayos clínicos, no en entornos médicos.
En 2019, Japón aprobó el Epidiolex de GW Pharmaceuticals para ensayos clínicos en pacientes epilépticos con síndromes de Dravet y Lennox-Gastaut, y sus ensayos clínicos de fase 3 para Epidyolex en Japón comenzaron en diciembre de 2022.
Según la Sra. Yoshida, la revisión abrirá la posibilidad de un mercado de cannabis medicinal en Japón, marcando un cambio significativo en las actitudes hacia el cannabis por parte del gobierno.
CBD y cáñamo industrial
Otro cambio clave que podría tener un impacto significativo en el ya floreciente mercado japonés del CBD es el relativo a la definición de otros productos cannabinoides.
En la actualidad, el CBD y otros productos derivados del cáñamo pueden importarse y venderse en Japón siempre que no contengan niveles observables de THC y, sobre todo, que se hayan obtenido a partir de «tallos y semillas».
Esto significa que ya existe un floreciente mercado de CBD en Japón, con productos comestibles, tópicos y vaporizadores que se venden ampliamente en todo el país.
Se estima que hay entre 120 y 150 empresas que importan, fabrican o distribuyen una gama de productos de CBD en el país, con canales de venta que incluyen tiendas en línea, mercados en línea como Rakuten y Amazon Japón, grandes almacenes, minoristas especializados y boutiques de bienestar.
Tras la enmienda, se entiende que los productos derivados de la flor, las hojas o la resina podrán importarse legalmente a Japón, siempre que contengan menos del límite de THC recién definido.
Otro cambio clave será la clasificación del THC como estupefaciente en virtud de la Ley de Control de Estupefacientes y Psicotrópicos. Las enmiendas también colmarán una laguna de la Ley de Control del Cannabis, que no hace referencia específica al «consumo» de cannabis, pero impone penas estrictas a quienes importen, exporten, cultiven, transfieran o posean productos derivados del cannabis.
Los partidos de la oposición, grupos de ciudadanos y organizaciones se oponen a la reclasificación del consumo de cannabis como delito, ya que irá en contra de la tendencia de la política mundial sobre drogas, en la que la conceptualización ha pasado de la criminalización a la reducción de daños.
El partido político de izquierdas Reiwa Shinsengumi, liderado por el diputado Taro Yamamoto, que se opuso a las enmiendas a la Ley de Control del Cannabis, declaró que, aunque apoyan el levantamiento de la prohibición del cannabis con fines medicinales, la creación de los nuevos delitos penales plantea un «grave problema».
«Lo que antes no tenía penas ahora se castigará duramente, con un máximo de siete años de cárcel. Me opuse al proyecto de ley porque hay un grave problema».
Además, se espera que en los próximos meses el gobierno defina qué nivel de THC se permitirá en los productos derivados del cannabis.
Dado que Japón depende actualmente en su totalidad de las importaciones de CBD, es probable que esta enmienda abra el mercado a los fabricantes.
La Sra. Yoshida afirmó que esto aumentará aún más la confianza y animará a más inversores a entrar en el mercado.
La dependencia de Japón de las importaciones también podría cambiar pronto con esta nueva enmienda, que también estipula que el gobierno establecerá un marco para promover el cultivo de cáñamo en Japón.
En este sentido, el gobierno aumentará el número de licencias de cultivo en el país cambiando la actual Ley de Control del Cannabis por la Ley de Regulación del Cultivo de Plantas de Cannabis. Japón expedirá dos tipos de licencias de cultivo. Una permitirá a los agricultores cultivar y cosechar cáñamo industrial y la otra permitirá la producción de cannabis destinado a uso médico o farmacéutico. La primera licencia ya está disponible, mientras que la segunda es de nueva introducción en el país.
Japón tiene una larga historia de cultivo de cáñamo, que históricamente se ha utilizado para producir tejidos, condimentar alimentos y para prácticas religiosas.