Por Gorka Aguirreche.
Vamos a empezar con una serie de artículos sobre los cultivos en interior, estamos en la época perfecta para poder realizarlos con los mínimos inconvenientes. En estas fechas, gracias al frio, es más difícil tener problemas con el exceso de calor y las plagas aunque hay gente, tengo que reconocerlo, que consigue mantener generaciones enteras de bichitos de primavera a primavera jaja.
Metidos al tema y por hacer un resumen de lo que sería un ambiente ideal para nuestras plantitas hay que tener en cuenta estos factores: Luz, temperatura, control del aire y humedad.
La Luz
Es el más importante a considerar, la calidad y cantidad de luz recibida por una planta es directamente proporcional a la calidad y cantidad de los cogollos que va a producir.
Hay que tener en cuenta el espacio del que se dispone para ajustar el tipo o potencia de la luminaria a utilizar, poner un foco HPS (sodio) de 600w en un armario de 80x 80cm es una locura, intentar controlar la temperatura que se iba a producir es una misión imposible, y si lo logras, el tiempo, trabajo y dinero invertido en conseguirlo hace que no merezca la pena.
También hay que considerar el espectro y usar el correcto, florecer en un rango de 6400º Kelvin no sacará todo el provecho a nuestras flores, no sabrán ni olerán igual que si usáramos 2700-3000º K que es lo correcto.
Nosotros recomendamos 250w HPS para espacios de 0,6 hasta 0,8 m², 400w HPS para espacios de 0,8 hasta 1m² y 600w HPS para 1 a 1,2m² siendo óptima 0,8, 1m y 1,2 respectivamente.
El otro aspecto a tener en cuenta es la distancia de las luces a la canopia, queremos luz, si, pero ojo, hay un error muy común y frecuente entre los cultivadores más o menos expertos por el que todos pasan: el exceso de luz.
Os preguntareis si eso es posible ¿verdad?, si hemos dicho que a más luz mayor producción ¿qué es eso del exceso?. La distancia aconsejada para un equipo de 600w ronda ente los 45 a 60cm, ¿qué ocurriría si lo bajamos a la mitad de esta distancia?.
Eso si, eliminando el concepto de temperatura, imaginemos que ponemos un aire acondicionado, más ventilación y somos capaces de colocar la bombilla a 25cm. En pocos días tendremos síntomas de sobrefertilización. Las plantas al recibir mayor cantidad de lúmenes tendrán una actividad fotosintética mayor y también una mayor evaporación de agua, lo que las forzará a absorber más por las raíces, y con ese agua recibirá nutrientes.
Las plantas no pueden seleccionar qué absorben por lo que crearemos un exceso en algún nutriente, ahora pensaréis que es fácil, añadimos menos abono y a verlas engordar ¿verdad?. Pues no, casi será peor esta solución porque no quitamos lo que sobra ni aumentamos lo que falta, es imposible hacer eso aumentando o bajando la dosis de un fertilizante.
Después de estas pruebas tenemos una planta con signos de exceso de nutrientes como las puntas quemadas y algún signo de carencia de los mismos en la planta, aparte las hojas más cercanas al foco tornan amarillas y mueren. Es el único caso en el que se puede ver los síntomas de exceso y falta de fertilización a la par, siempre que obliguemos a la planta a tomar más agua del suelo de la que debe, podemos producir este desastre.
Solución: levantar el foco a una distancia adecuada para que reciban lúmenes suficientes pero a la vez permita a la planta trabajar a un ritmo que puede soportar.
Hay varios métodos para medir esta distancia. Cuando sabía poco de esto, aplicaba el sentido común, poner la mano debajo de la bombilla durante 30 segundos a una distancia prudencial, si podía seguir manteniendo la mano sin estar incomodo daba la distancia por correcta. A día de hoy las distancias que dan los fabricantes son el baremo más fiable a seguir o el mejor para empezar.
Hacerse con un luxómetro no es caro y es una herramienta muy útil para controlar esas distancias y puntos de distribución de los lúmenes e incluso para determinar las mejoras de tener una buena reflexión de la luz.
En un espacio de cultivo en el que hay paredes blancas a otro donde, por ejemplo, son rosas la producción será diferente debido al reparto de la luz que nos proporcionará el color blanco. Existen plásticos que cumplen esta función con reflexiones de más del 97% pero la pintura plástica blanca se acerca mucho a estos porcentajes, aparte protege al yeso de absorber humedad y suele ser antifúngica, por no mencionar su bajo precio así que no despistéis esta parte ;).
La temperatura
A las plantas de cannabis les gusta un ambiente templado, más o menos lo mismo que a nosotros. Durante el crecimiento las plantas pueden estar perfectamente entre los 20-30º y durante la floración yo no pasaría de los 26º ni bajaría de los 18º. Como podéis ver, es parecido a cómo nos sentiríamos nosotros, si sientes calor en tu cuarto de cultivo, con seguridad las plantas también lo tienen, así que el primer baremo somos nosotros mismos.
Cuando las plantas duermen la temperatura baja, si baja demasiado el crecimiento se ralentizará, si baja de 12º las plantas ya no pueden absorber fósforo, cerca de estas temperaturas las hojas, cogollos y tallos pueden volverse moradas, rosas o violetas pero ojo, aunque sea bonito la capacidad fotosintética de las hojas quedará reducida.
Más o menos hay que mantener una oscilación de diez grados entre el día y la noche de nuestras plantas, esto hará que no se vean afectadas en sus etapas, pero sabiendo que una temperatura baja afecta al crecimiento, quizás podéis usar esto para frenar un crecimiento desmesurado o espigado de algunas plantas.
Tener en un cuarto de cultivo temperaturas por encima de los 28º en floración perjudicará la potencia y olor de nuestros cogollos, los terpenos se ¨evaporan¨ con el calor. No sobrepaséis esta temperatura en al 6-7 semana de floración aunque lo suyo es no hacerlo durante toda la etapa. Este ambiente cálido es también el caldo de cultivo perfecto para la araña roja y algunos hongos (oídio) que si la humedad acompaña se acomodarán de muy buena gana en nuestro in-door.
Por encima de 33º las hojas más cercanas al foco se rizan por los bordes hacia arriba y se queman, sin embargo, si usamos CO2 durante la floración, a una proporción de 1500ppm, tendremos que mantener la temperatura alta, entre los 30 y los 35º pero solo con esas proporciones de CO2.
Muchos de vosotros, por ahorrar, no tenéis herramientas para medir la temperatura en el cuarto de cultivo y es un grave error, un termohigrómetro se puede encontrar por 6-10€ y con él controlar estas dos variables que están íntimamente relacionadas.
Cuando nosotros preparamos un cuarto, enviamos a su casa al cultivador con el o los equipos de luz y un termohigrómetro y le hacemos tomar medidas en el día, la noche, con todo cerrado, abierto y las variables que se le ocurran, esto directamente le sirve al cultivador para averiguar en qué horario situar sus 18h de crecimiento y luego 12 de floración.
Una vez que vuelve con esas mediciones apuntadas le indicamos que tipo o potencia de extracción necesita, humidificador, ventilación y cómo ha de situarlo y colocarlo. Vuelve a tomar medidas, y una vez tiene todo estable ya pone las plantas, estas variarán ligeramente la humedad del ambiente, pero si ya tenemos la temperatura controlada hemos ganado un mundo.
Todos cultiváis a vuestra manera y en diferentes entornos, cada casa y sitio es único, no es la primera vez que veo a un cultivador ¨pro¨ desesperarse al cambiar de casa y no hacer estos pasos porque cree que ya sabe mucho y no son necesarios. Del mismo modo la manera en la que cultiva tu amigo quizás a ti no te dé los mismos resultados, aunque tengáis el mismo equipo, variedades de marihuana y uséis los mismos abonos.
En el siguiente artículo veremos la humedad, recirculación del aire y extracción que completan todo lo necesario para crear el ambiente ideal para nuestras maris.
¡Qué tengáis una buena y verde semana!