Legalización, despenalización y descriminalización. El Parlamento de Baleares impulsa la regulación de los clubes sociales de cannabis, siguiendo la estela de otras comunidades autónomas, que ya han regulado, o están en trámites, el uso terapéutico del cannabis, como el País Vasco, Navarra, Cataluña y Valencia. Mientras, España sigue dando pequeños pasos por comunidades, pero a nivel estatal seguimos esperando que haya una posición valiente sobre este tema en el que, a juzgar por la actualidad, nos estamos quedando atrás.
En las últimas semanas hemos asistido a varios cambios en el escenario europeo en pos de una futura regulación del cannabis medicinal. Pero no debemos pasar por alto que, además de los evidentes beneficios para los usuarios de cannabis medicinal, una regulación integral sobre el cannabis evitaría la criminalización de los consumidores, que en la mayor parte de los casos se ven sometidos a penas de cárcel. La asimilación de penas de cárcel por posesión de cannabis o menudeo con los delitos violentos va calando poco en la ciudadanía y hace un flaco favor a la normalización del uso del cannabis.
El Parlamento de Baleares ha aprobado la creación de una ponencia que regule los clubes de cannabis y el uso terapéutico de esta sustancia, presentada por los grupos MÉS, PSIB, Podem y Ciudadanos, con la abstención del Partido Popular.
La ponencia estará integrada en el seno de la Comisión de Salud y reconocerá el uso terapéutico del cannabis por parte de personas enfermas para que esta sustancia pueda ser un complemento o sustitutivo en el tratamiento de diferentes síntomas, así como la eventual formación y atención en el sistema sanitario público.
Con ella se persigue «promover la regulación específica de la actividad» de estos clubes sociales y «el cultivo, desde una perspectiva de salud pública», con la creación de un registro para estas asociaciones. Además, se plantea la creación de un departamento en la sanidad pública para atender consultas de pacientes: «se facilitará formación específica y destinará el personal cualificado en los departamentos de atención terapéutica con cannabis para atender todas estas solicitudes y demandas de pacientes que día tras día se dirigen a los clubes sociales».
El objetivo es regular «una realidad social»
El diputado de Podemos, Carlos Saura, ha dicho que «los tiempos avanzan» y que hay que seguir los pasos de los que «van por delante». La portavoz de MÉS per Menorca, Patricia Font, ha planteado que el cultivo de esta planta podría repercutir en la economía de manera positiva.
El portavoz de Ciudadanos, Xavier Pericay, también se ha manifestado a favor de la creación de la ponencia de estudio y ha propuesto que se desarrollen «nuevos programas de información, prevención y concienciación de las consecuencias nocivas para la salud derivadas del consumo del cannabis y otras drogodependencias». Desde el PP, se han abstenido.
El ejemplo de otras comunidades autónomas
Baleares sigue la estela de otras comunidades autónomas, que ya han regulado o están en trámites, el uso terapéutico del cannabis. Esto es, País Vasco, Navarra, Cataluña y Valencia. El País Vasco consiguió sacar adelante la Ley de Adicciones el pasado mes de abril.
Navarra también articuló una regulación completa de estos clubes con una proposición no de ley que desembocó en la actual la Ley Foral de las Asociaciones de Cannabis de Navarra, que recurrió el Gobierno central y actualmente está a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie.
El Parlament de Cataluña dio luz verde en julio a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre la regulación de las asociaciones cannábicas, que busca una norma reguladora de los clubes sociales de cannabis. Se ha abierto un proceso de comparecencias en las que 30 expertos opinan sobre cómo afrontar dicha regulación. Este período se estima que concluya a finales de noviembre.
El Ayuntamiento de Alicante se basó en un sentencia de un tribunal del País Vasco que reconocía la capacidad del ayuntamiento para regular esta actividad. Por ello, sacó adelante el pasado julio una ordenanza municipal legalizaba estos clubs.
El Congreso no se moja
A nivel nacional, los partidos con representación en el Congreso también se han ‘mojado’ en la regularización de la marihuana. Ciudadanos es partidario de legalizarla, tanto para el consumo particular como para el uso terapéutico por razones de salud pública. La pretensión del grupo de Albert Rivera es impulsar una ley que despenalice y regule a nivel estatal la producción y distribución tanto del cannabis como de sus derivados. Podemos también lo incluye en su programa electoral.
Mientras España sigue dando pequeños pasos por comunidades, a nivel estatal seguimos esperando que haya una posición valiente sobre este tema en el que, a juzgar por la actualidad, nos estamos quedando atrás (como en tantas cosas).
Por la descriminalización
Un breve recorrido internacional
En las últimas semanas hemos asistido a una secuencia de cambios en el escenario europeo en pos de una futura regulación del cannabis medicinal. Como ya nos hacíamos eco desdeCannabis.es hace pocos días, en Francia se muestran abiertos a debatir sobre los usos medicinales del cannabis y, dado el contexto político del país, esto es un avance, sin lugar a dudas. Mientras, en UK han admitido el uso del extracto de cannabis para fines medicinales.
Pero en este camino no debemos pasar por alto que, además de los evidentes beneficios para los usuarios de cannabis medicinal, una regulación integral sobre el cannabis evitaría la criminalización de los consumidores de cannabis, que en la mayor parte de los casos se ven sometidos a penas de cárcel.
Pese a que UK ha dado un paso adelante en el reconocimiento legal del CBD para usos médicos siguen en la edad de piedra en cuanto a la concepción global del cannabis. La planta de la marihuana en Reino Unido está clasificada como droga de clase B no reconocida por tener valor médico, y por tanto, la posesión de la planta puede acarrear penas de prisión.
En Francia sin ir más lejos, el 84% de los franceses está de acuerdo con que la ley actual sobre el cannabis no es efectiva y que cada vez son más numerosas las penas de prisión. Por eso proponen prescribirlas por ley, como por ejemplo ya está llevando a cabo otras administraciones.
En Estados Unidos
Más de una docena de estados en los EE.UU. han promulgado la legalización del CDB para uso médico limitado. Debido a que estos estados no permiten generalmente la venta o cultivo regulados de la planta, los pacientes se ven obligados a buscar a la marihuana en el mercado negro, o en un estado distinto que sí permita a los pacientes la compra de cannabis medicinal. A pesar de ello, el transporte de marihuana a otros estados sigue siendo ilegal, por lo que los pacientes se ven en una situación de desamparo.
Otros veinticinco estados y el Distrito de Columbia, en la actualidad tienen leyes más flexibles que permiten el cultivo, la producción y la distribución del cannabis medicinal.
La marihuana sigue estando prohibido a nivel federal y todavía se considera que no está «aceptado el uso médico,» después de que la FDA decidiera recientemente mantener la planta en la lista de estupefacientes «más peligrosos» de Estados Unidos, comparable a la heroína o el LSD.
Obama conmuta sentencias por delitos menores de drogas
Barack Obama está tratando de poner fin al problema con la sobrepoblación de las cárceles americanas y ha conmutado en los últimos meses más de un centenar de sentencias que suman un total de 774 en todo el año, la mayor parte por asuntos relacionados con sustancias consideradas como droga: no parecen muchas, pero son más del doble de las tres administraciones anteriores sobre el mismo asunto.
En la mayoría de los casos se ha cambiado la sentencia por trabajos comunitarios y lo más probable es que estas personas sean liberadas entre final de año y mediados del 2017. La mayor parte de la sentencias son desproporcionadas y obsoletas si tenemos en cuenta el delito que se les imputa, mucha gente ingresa en prisión por menudeo.
La actitud de Obama es adecuada, pero aún queda por hacer: reformar las leyes y dejar de tratar a esta gente como delincuentes peligrosos. Por el momento, más indultos y menos conmutaciones, pero mejor más conmutaciones a seguir en prisión.
El binomio cannabis y violencia, una tarea pendiente
Como hemos visto, esto no es un problema exclusivo de Estados Unidos. Sin irse muy lejos, y para ilustrar esta asociación conceptual probad a realizar una búsqueda en Google o en alguna agencia de noticias con la palabra ‘marihuana’ y la condición de Noticias. No os sorprenderá descubrir la cantidad de temas de actualidad que generan los resultados de la búsqueda, y que están en su mayoría relacionados con delitos violentos, asesinatos, encarcelamientos, etc. Haciendo que en el imaginario social se asimile la marihuana o cannabis a la delincuencia.
En definitiva, se dibuja un paisaje en el que queda mucho camino por recorrer para la descriminalización del cannabis. A lo lejos en este mismo escenario, España se perfila como uno de los países a la cola en cuanto a regulación del cannabis.
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