Por Larry Acr
Sin necesidad de reclamar su atención para un fenómeno, el del “northern soul” británico, que tuvo su momento glorioso (finales de los 60’s / inicios de los 70’s), su lugar (clubes del norte de Inglaterra como Wigan Casino, Blackpool Mecca o Twisted Wheel) y su público (jóvenes de clase trabajadora apasionados del soul estadounidense que vivían por y para el fin de semana), sí es cierto que, en lo musical, reivindican el soul como una más de las expresiones más brillantes que ha tenido el rhythm and blues en su desarrollo como género musical.
Y lo hacen disponiendo en su primera línea de batalla a una mujer, la vocalista mexicana Lucille Hurt, que en cuestión de 5 años (los que lleva el proyecto en marcha) se ha hecho consciente de su potencial como artista.
Vuestro primer trabajo, “Sweet Soul Music Vol.1”, era una suerte de recopilatorio de revisiones de grandes éxitos de la música afroamericana de figuras icónicas de la música de raíz afroamericana como Otis Redding, Sam Cooke o James Brown. ¿Os formasteis inicialmente como un proyecto de versiones y fuisteis derivando hacia la composición de temas propios?
¡Hay un solo Otis y Sam Cooke es su profeta! Cuando montas un proyecto de muchos músicos, es inevitable empezar tocando clásicos: todo el mundo los conoce, los ha tocado mil veces y el público también está familiarizado con ellos. Aún así, desde el principio compusimos nuestros propios temas.
El segundo álbum, “Northern Exposure”, por el contrario, huye de los temas más obvios y apuesta por reivindicar el movimiento “northern soul” británico. ¿Habéis formado u os sentís parte de dicha escena?
Sí, vamos a todo “allnighter” o “weekender” que se nos pone a tiro. Nos encanta bailar soul, es la cara b de nuestro amor por esa música. También nos lo pasamos muy bien cuando la cosa se pone jamaicana.
¿Tiene sentido seguir reclamando atención para un fenómeno, el del peregrinaje de los jóvenes de clase obrera a los clubes del norte de Inglaterra, que tuvo su momento y lugar hace más de tres décadas?
Nosotros no reclamamos nada, es decir, no pretendemos que la gente aprenda canónicamente los pasos del “northern”, ni que se pongan faldas de vuelo o pantalones de pata de elefante. Simplemente reivindicamos el soul no solo como música a interpretar y disfrutar, sino también como una cultura de baile. En realidad, nuestro disco no pretende sonar ni suena como los discos clásicos, eso ya lo hicieron los artistas de la época. En cuanto a lo del peregrinaje, eso nunca ha parado desde entonces. Esa escena es la pionera en cuanto a reunir y concentrar a cientos de personas para bailar y ponerse hasta las orejas. La cultura disco en los 70´s, el rollo del bakalao a finales de los 80´s, los raves de los 90´s y el rollo “poligonero” actual son manifestaciones posteriores del mismo fenómeno. O sea, que antes escuchando soul y ahora escuchando techno, masas de jóvenes que se desplazan kilómetros para acudir a un club para pasarlo bien han existido desde finales de los 60´s.
Entre los temas incluidos en el álbum, sorprende encontrar una composición propia de ska clásico, “River Jordan”. ¿A qué se debe su inclusión? ¿Sois coleccionista y/o aficionados a la música de raíz jamaicana?
El ska/rocksteady/early reggae, con sus peculiaridades caribeñas claro está, como el soul, son una parte del rhythm and blues, y sí, somos unos hinchas absolutos de esa faceta de la música jamaicana. Lo que ocurre es que algunos estilos han tenido muy mala suerte en el sentido que, por ejemplo, el ska ha derivado en el “ska litronero” que en nuestra opinión pierde completamente el sentido original y que en una gran mayoría de casos se limita a un “chunda-chunda” revestido con eslóganes caducos; y el reggae ha terminado inspirando el reggaetón que, bueno, se califica solo. Como músicos tenemos respeto por otros géneros como el dub o el rockers, aunque no seamos precisamente seguidores. El reggae es una música maravillosa, lo que ocurre es que a nosotros no nos interesa cruzar el río Jordán escapando de Babylon, en todo caso lo cruzaríamos para correr hacia el pecado.
¿Qué opinión os merecen las bandas de ska revival actuales en comparación con los referentes del género como Laurel Aitken, Prince Buster o Derrick Morgan?
O Alton Ellis, Ken Boothe, The Maytals o The Wailers… El caso es que el ska actual no nos gusta mucho. Te diviertes con los discos de estilo Two Tone porque algunos hemos tenido nuestro primer contacto con Madness, Selecters, Specials, The Beat, etc., pero una vez que conoces a los jefes, el resto no es tan interesante. Un grupo relativamente actual que nos parece interesante son The Slackers, o en España en su día The Peeping Toms.
Además de publicar el Lp en vinilo de 12 pulgadas, habéis decidido anticiparlo o promocionarlo con la publicación de un single en 7 pulgadas del tema “Soulless town”. ¿Por qué consideráis que debe seguir apostándose por publicar en vinilo?
Todo el mundo que es melómano de cualquier estilo sabe que el vinilo es otro deporte, no soporta ninguna comparación con ningún otro formato o soporte por muchos ceros y unos que pongamos sobre el tapete y por mucho que nos vendan que si la calidad, la comodidad, etc. El acto casi religioso de sacar un vinilo, limpiarlo, ajustar las revoluciones, pincharlo, etc., no tiene comparación. ¡Si hasta los gurús de la música electrónica prefieren pinchar plásticos! En resumen, dinos si sientes lo mismo cuando se te flipa un CD o cuando se te raya un vinilo.
Habéis cuidado especialmente la promoción de la banda en redes sociales con la aparición de numerosos videoclips basados en temas tanto del primer (“Oldie goldie”, “Runaway gal”, “Speeding my heart”, “I don´t know”), como del segundo álbum (“Soulless town”). ¿Por qué consideráis oportunos seguir apostando por el videoclip como instrumento de promoción?
Los clips son una herramienta estupenda que además aúnan dos formas de expresión artística favoritas de la humanidad, como son música y cine. Actualmente, con el desarrollo de las nuevas tecnologías y las redes sociales, son vitales para darse a conocer.
¿Qué tiene que ocurrir para que el soul vuelva a integrarse en la cultura de masas? ¿Es deseable, para vosotros, que esto ocurra?
Las personas somos borregos por naturaleza, y si llega alguien que pone pasta para promocionar algo y ese algo suena en todas las emisoras y televisiones durante varios meses, te aseguramos que eso será un éxito sea soul, milonga o marchas militares del ejército soviético. Así las cosas, lo que interesa vender actualmente en el llamado “mainstream”, es música para no pensar, completamente frívola, vacía, sin ninguna pretensión artística, productos olvidables que no trascenderán más allá de la moda del momento. Sin embargo, hay luces bajo la tarima, y ahora atravesamos un momento esperanzador para la música negra en general y hay varios artistas que llenan salas con “sold out”. Tenemos a The Excitements, Freedonia, Anaut, Aurora & the Betrayers, Al Supersonic & the Teenagers, The Faith Keepers, Granadians y algunos más que están sosteniendo el estandarte y a los que nos unimos gustosos para que el edificio crezca y no entre en ruinas. Keep the Faith and let it shine!
Fotos: Juan Chu