La celebración de la primera jornada del festival Time Warp en Costa Salguero (Argentina) terminó el pasado sábado 16 de abril con 6 jóvenes fallecidos y otros 4 ingresados con pronóstico grave.
Los datos de la investigación que se está llevando a cabo por las autoridades argentinas parecen confirmar que los fallecidos habrían consumido éxtasis y metanfetaminas, y tal y como transmitió a los medios Marta Braschi, la jefa de Toxicología del Hospital Alemán se está barajando la posibilidad de que la responsable de las muertes haya sido la tristemente famosa pastilla “Superman”, una droga de síntesis que se vende como si fuera éxtasis. Los afectados habrían adquirido y consumido la droga dentro del recinto. Su principal componente es el PMMA (parametoximetanfetamina), y su consumo es, como ha quedado trágicamente demostrado, altamente peligroso. A pesar de todas las alertas que se están difundiendo sobre esta peligrosa droga, incluso en nuestro país (donde también ha dejado un rastro de fallecimientos), el Superman sigue distribuyéndose como si se tratase de MDMA, con las fatídicas consecuencias que esto conlleva.
El consumo de esta sustancia generó en las víctimas “hipertermia, convulsiones, excitación psicomotriz, deshidratación, falla multiorgánica y paro cardiorrespiratorio» y Braschi añadió que «si se suma además el ritual de bailar, saltar, encierro y calor, es una situación en la que se pierde noción de lo que se consume«. Lo que acaba desembocando en una sobredosificación y en un error fatídico, con consecuencias letales.
La investigación también está desvelando que aparte de la intoxicación de las víctimas, la organización habría cometido varias irregularidades. Parece ser que el recinto superaba el aforo permitido y se vivieron momentos de masificación fuera de control , pero también fallaron en otros aspectos, como no poner a disposición de los asistentes los suficientes puntos de hidratación (con agua potable gratuita repartida en varios puntos del recinto), ya que se agotaron a mitad de la noche. Los baños eran químicos, por lo que no contaban con grifos, y sólo los asistentes en el apartado VIP tenían acceso a cuartos de baño con agua corriente. Otro dato que se está confirmando por la investigación a través de varias denuncias realizadas en las redes sociales, es que las botellas de agua se estaban vendiendo a 100 pesos, cuando el precio debería situarse entre 40 y 50 pesos.
Una suma de despropósitos, que añadidos a una aparente nula preocupación por la Reducción de Riesgos, tan necesaria en este tipo de eventos, ha terminado con la vida de 6 de los asistentes y la cancelación del festival.
Los fallecidos tenían entre 20 y 25 años, y entre los ingresados hay un menor de edad, de 17 años.
No nos cansaremos nunca de repetirlo. Sed muy conscientes siempre de lo que consumís. Si desconfiáis de lo que os han vendido, analizadlo, y si no podéis hacerlo, no lo toméis. Os va la vida en ello.