Así lo demuestra un nuevo estudio realizado en los Estados Unidos y publicado el pasado miércoles por la revista científica JAMA Psychiatry.
El estudio concluye que el consumo de marihuana en la edad adulta no está relacionado con los cambios de humor y los desórdenes de ansiedad, incluyendo la depresión y la bipolaridad.
Un “zas en toda la boca” a estudios anteriores que establecían lo contrario; curiosamente, estudios promovidos por el NIDA (institución de la que os hablábamos ayer mismo en este artículo). ¿Qué raro, no?
Los investigadores responsables de este nuevo estudio examinaron datos obtenidos entre 35.000 adultos norteamericanos que participaron en una Encuesta Epidemiológica a nivel nacional. Examinaron la prevalencia del consumo de cannabis entre los participantes en 2001 y 2002, y posteriormente comprobaron los índices de problemas de salud mental de los participantes tres años después, en 2004 y 2005.
Tras controlar una variedad de factores que podrían llevar a confusión, como las características socio-demográficas de los participantes, su historial familiar y su entorno, y problemas psiquiátricos pasados y presentes, el estudio concluyó que “el uso de cannabis no está asociado con el aumento del riesgo de desarrollar trastornos del humor o ansiedad”.
A pesar de las buenas noticias, el estudio sí que encontró una relación entre el consumo de marihuana y posteriores problemas de uso de otras sustancias, como el abuso y dependencia del alcohol, tabaco y otras drogas. Pero esto tampoco es demasiado sorprendente: es obvio que si consumes una sustancia, te estás poniendo en riesgo de sufrir problemas de uso de otras sustancias. Y es que las personas que consumen una droga, suelen consumir otras. Por ejemplo, acuérdate en la inevitable combinación cigarro+copa de alcohol, o cigarro+café. Y eso es innegable para la marihuana, pero también para, por ejemplo, el alcohol o el café.
La investigación dirigida por Mark Olfson, de la Universidad de Columbia, destaca que las anteriores evidencias que relacionaban el consumo de cannabis con problemas psiquiátricos podrían deberse en mayor grado a los “factores de confusión” que comentábamos anteriormente, como los antecedentes psiquiátricos, o el entorno social y personal de los encuestados.
El estudio, lejos de ser un aporte más contra los argumentos prohibicionistas, tiene muchísima más trascendencia, ya que gran parte de la “literatura” federal relacionada con la marihuana clama que los problemas psiquiátricos relacionados con el consumo de cannabis son uno de sus mayores peligros. Y no sólo eso, la DEA (Drug Enforcement Administration), expone ese argumento, ahora probado falso, en su circular oficial sobre la marihuana, y lo que es todavía peor, en su publicación de 2014 titulada «The Dangers and Consequences of Marijuana Abuse” (Los peligros y consecuencias del abuso de marihuana) la DEA cita la palabra “depresión” más de 14 veces, afirmando que el cannabis está relacionado con la depresión entre adolescentes, adultos e incluso entre los perros.
Teniendo en cuenta que estos documentos se emplean a nivel federal, es crucial que reflejen y difundan la mejor y más precisa información disponible sobre estos temas. Porque de lo contrario, se convierten en panfletos sospechosamente tendenciosos.
Fuente: The Whashington Post