Por GNZ
Ayer, Miércoles 8 de Julio de 2015, se hizo pública una sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso EBERS. Los miembros y directivos del club, fueron en su momento absueltos por la Audiencia de Bizkaia que consideró que los acusados no buscaban lucrarse con su actividad, pero ahora, el alto tribunal considera que la estructura y funcionamiento del club sobrepasa la filosofía del autoconsumo.
El resultado es la condena a cinco acusados (dos socios y tres directivos del club bilbaíno) por un delito contra la salud pública, mientras que los otros cargos por asociación ilícita o grupo criminal han sido desestimados.
Tal y como publicaba El País ayer por la noche, esta nueva sentencia, a pesar de ser un jarro de agua fría para el panorama cannábico en nuestro país, tampoco debe ser magnificado. De momento esta primera sentencia del Tribunal Supremo relacionada con los clubes sociales de cannabis sólo se aplica al club EBERS en concreto y no supone ninguna jurisprudencia en la materia, lo que permitiría al estado declarar la guerra abierta a clubes y asociaciones de todo el territorio. Pero tampoco hay que bajar la guardia, porque sí que puede marcar una senda que seguro seguirán muchas resoluciones y posibles recursos que lleguen al órgano judicial en el futuro.
En Cannabis.es estamos a la espera de que la sentencia se haga pública, para poder analizarla en detalle por parte de nuestro colaborador, especialista en legislación, Javier González Granado, así que de momento no queremos alarmar a nadie.
Pero resulta inevitable preguntarse qué puede suponer este nuevo golpe a la comunidad cannábica en España, especialmente al panorama de Clubes y Asociaciones.
La plataforma Regulación Responsable emitía este comunicado al respecto.
Por nuestra parte, nos da la sensación de que esta sentencia (‘premonizada’ por el Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín en unas recientes conferencias realizadas en Deusto) podría ser un primer paso del gobierno hacia una nueva política frente a cientos de clubes y asociaciones que se encuentran en un limbo legal. De corazón os decimos que esperamos equivocarnos.
Pero al mismo tiempo, nos hace reflexionar si en el fondo el panorama Asociativo/CSC no requiere un cambio profundo para salir adelante. Echamos en falta cierto control del que ni Federaciones ni otras plataformas pueden -ni deben- hacerse responsables, y también la exigencia de una transparencia total en los funcionamientos internos de clubes y asociaciones. Todos, la comunidad cannábica en primer lugar, debemos ser capaces de hacer un análisis de la situación y actuar en consecuencia. Es evidente que este tipo de entidades realizan una labor social innegable, pero como todos hemos visto en los últimos años, también han servido para que -bajo el amparo de esa imagen relativamente positiva frente a la sociedad- algunos personajes busquen lucrarse y dar salida a sus negocios turbios. Y nosotros, consumidores y usuarios de cannabis, somos los primeros que no podemos permitir que estas situaciones sigan dándose.
Con esto no queremos decir que los miembros de EBERS estuviesen realizando actividades delictivas, ni una mala praxis de sus quehaceres. Ni mucho menos. Posiblemente sean víctimas de una sentencia de intenciones ejemplarizantes que precisamente se ceba con quienes menos deben hacerlo. Lo que queremos decir es que hay muchos aspectos del panorama asociativo que tenemos que cambiar urgentemente para que se nos tenga en cuenta con seriedad y se escuchen nuestras exigencias de una regulación inmediata. En la mayoría de ocasiones, serán necesarias situaciones traumáticas para poder sobreponerse y seguir adelante con fundamentos firmes y un espíritu renovado. Quizá ese momento se esté acercando.