Arnau Alcaide
Italia abrirá en abril las licencias de producción de cannabis medicinal a las solicitudes de particulares, producción que hasta ahora era una actividad de titularidad pública y exclusiva del ejército. Las empresas que opten a la licencia no podrán transformar la Cannabis y solo podrán dirigirse comercialmente a un único mayorista para su procesamiento final: la empresa Florentine Pharmaceuticals.
El Instituto Farmacéutico Militar de Florencia, único productor actual, produjo alrededor de 150 kg y se prepara para llegar este año a los 300 kg. Pero Italia importa flores de cáñamo, sobre todo de Holanda a 5 y 10 euros el gramo, para cubrir la demanda médica de la población, que alcanzó el pasado año los 1.270 kg y se prevé que siga en aumento.
El ministro de Salud, Roberto Speranza, ya había apuntado a involucrar a otros productores, lo que se concreta en este proceso de liberación de licencias de cultivo que tendrán el procesamiento centralizado, con el fin de que esté estandarizado como medicamento. “Para abril haremos licitaciones para encontrar empresas con quienes colaborar”, ha explicado el subsecretario de Salud, Andrea Costa, a medios italianos.
“En Italia hay seis enfermedades para las que, según lo dispuesto en el decreto Lorenzin, el cannabis es gratuito. Para otras, como la epilepsia, en la farmacia se paga alrededor de 9 euros el gramo. Pero esto no es el único problema. Queremos que aumente la producción, porque hay momentos, como ahora, en los que es difícil encontrar cannabis”, explica un paciente al diario La Reppublica.
“Lo uso para la psoriasis, artritis y anorexia -explica-. Consumo 60 gramos al mes con el vaporizador. Sin él, no sabría cómo hacerlo. El problema es que todavía hay muchos pacientes, especialmente los afectados por dolor crónico, que aún no conocen este fármaco porque los médicos no lo recetan. Los pacientes tratados podrían ser aún más”, cuenta el mismo paciente.