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La médica de Grecia lamenta la falta de acceso real como en Portugal

La médica de Grecia lamenta la falta de acceso real como en Portugal

Arnau Alcaide

El pasado miércoles 6 de abril se celebró la tercera edición de las ponencias de expertas en la subcomisión del Congreso con el fin de regular el cannabis medicinal en España. En ella, la anestesióloga Chryssoula Karanastasi, experta en dolor crónico y cuidados paliativos, advirtió de la falta de acceso real en Grecia y apremió a no incurrir en el mismo error en España. Por su parte, la epidemióloga especializada en opiáceos y salud pública, Magdalena Cerdá, presentó algunas conclusiones negativas de las regulaciones en Estados Unidos, tanto medicinales como recreativas, para pedir acotar al máximo la regulación medicinal y evitar así que se acceda mediante ella al uso adulto o recreativo del cannabis, como es más propio del modelo comercial americano de las medicinas y plantea que estaría ocurriendo con el cannabis.

La clínica y asesora de la agencia del medicamento griega lamenta su regulación sin acceso real

Chryssoula Karanastasi, anestesióloga experta en dolor crónico y cuidados paliativos, miembro directivo de la Sociedad Helénica de Anestesiología y de la Agencia del Medicamento en Grecia, para la composición del informe sobre las medicinas cannabinoides o productos afines.

«El cannabis se ha utilizado durante toda la historia y ha estado en las farmacopeas desde 1850. En el año 2000 Canadá se convierte en la primera nación en todo el mundo en regular y crear un marco completo». «Hay muchos obstáculos a la regulación del cannabis medicinal: tenemos muy pocos datos, hay informes ambiguos y es difícil controlar la producción y extracción legal de los cannabinoides», apunta. «Diferentes combinaciones de cannabinoides con terpenos pueden resultar en efectos clínicos diferentes y repercutir en la cantidad de la dosis, lo que se conoce como el efecto entourage [séquito]«, prosigue. «Tenemos informes de millones de pacientes que utilizan el cannabis a día de hoy», comenta del orden de los factores en esta regulación, que plantea que se ha alterado empezando a utilizar el cannabis medicinal antes de su regulación.

«Ya tenemos un marco regulador que ha dado respuesta a la mayoría e las preguntas. En el año 2017 cuando el cannabis era todavía una sustancia ilegal en Grecia se estableció por encargo del Ministerio de Salud un grupo de anestesiólogos para reunir datos del uso ante el dolor crónico de cannabinoides. Se examinaron y se estableció que se pusiesen en el tratamiento en tres afecciones«, ha recalcado, explicando cómo desde entonces ha caído la clasificación griega e peligrosidad del cannabis a la más baja, permitiendo su venta en farmacias. «Se está utilizando en efectos secundarios de la quimioterapia, como náuseas y vómitos, en dolor neuropático, dolor del cáncer, espasmos, esclerosis múltiple, pero no como tratamiento de primera línea», apunta. Grecia reembolsa los tratamientos a pacientes, que no obstante solo pueden acceder a cannabis medicinal de forma subsidiaria. «La única forma legal para que pacientes accedan a la medicación es importar Sativex», y pone el ejemplo de un paciente suyo que aún no ha accedio al prodducto pidiéndolo en agosto e 2021.

«Mis pacientes no tienen acceso a cannabis, tienen que acudir al mercado ilegal sin garantías de fabricación o concentraciones perfectamente conocidas. No hay datos oficiales de pacientes, pero informes de compras online hablan de 5000 compras online el último año», repasa de la ausencia absoluta de garantías para pacientes y recolección de datos en el país.

«Los pacientes no quieren hacerse año, no quieren colocarse, necesitan cannabis y un marco regulador en el que los profesionales saben al respecto. Tenemos que considerar que los pacientes seguirán usando cannabis y si queremos protegerlos debemos darles un acceso seguro al cannabis porque se lo debemos por la ética médica», incide citando a Aristóteles. «Los españoles tienen la oportunidad ahora y espero que la aprovechen por el bien de pacientes».

Gorospe fue la primera diputada en el turno de preguntas: «¿Cuáles son los obstáculos que están teniendo Portugal y ustedes en las regulaciones para que logremos el objeto [acceso al cannabis]?»

Desde ciudadanos: «¿Lo considera siempre una terapia de tercera línea?». Desde el PDcat: «¿Qué consejo da para España?». Desde VOX: «¿Con medicamentos disponibles en Grecia, cree que los pacientes seguirían acudiendo a la planta como ahora?». Desde el PP cuestionaron el aval científico del cannabis medicinal. Por el PSOE, Viondi preguntó: «¿Después de la experiencia fallida en Grecia donde han vuelto al mercado ilegal después de la regulación, cómo haría para España? ¿Podría desarrollar cómo es el tratamiento en tercera línea?»

Y respondía la clínica griega: «Hablamos de medicación de tercera línea cuando un paciente tiene un problema específico tienes una lista de remedios a los que acudir y empiezas a recetar el remedio más seguro: en el caso del dolor la primera línea es el paracetamol, luego pasas a otra línea que puede incluir o no antiepilépticos, opioides, antidepresivos, y una tercera línea hablaríamos de los cannabinoides, la cuarta ya sería un producto experimental».

La epidemióloga de opiáceos de EEUU

Magdalena Cerdá, profesora y directora del Centro de Epidemiología y Política Opioide de la University Grossman School of Medicine, sostuvo el siguiente turno hablando de regulaciones por el mundo y comparando las ventajas y desventajas de la legalización completa, sacando a la palestra aumentos de consumo o cantidad de accidentes de tráfico basados en población general, no médica, lo que no le impidió seguir argumentando que la regulación del medicinal es una puerta de entrada a la regulación recreativa.

«Tras legalizar el cannabis medicinal, el uso de cannabis subió», comenta la especialista en salud pública, cuya investigación cubre varios temas de salud pública y versa, en cuanto al que nos atañe, sobre situaciones de riesgo en el uso de medicamentos opiáceos y el abuso de medicamentos no prescritos. Hace la hipótesis de que al aumentar el uso de cannabis aumentaríamos el uso de alcohol, tabaco u opiáceos, pero luego propone que podría ser justo al revés, pues no se conocen los aumentos de sustancias. Justo habla de la sustitución de opiáceos que sí se da. Resulta además que según sus datos bajarían los accidentes de tráfico al regular el medicinal, aunque advierte de que es pura correlación de la que aún no saben la causalidad. Habló de evidencia alta, moderada o baja del cannabis medicinal, dejando la alta solo para la epilepsia y el dolor crónico.

Sí ocurriría una reducción de opioides de la que es epidemióloga, aunque no sería sólida a su ver.

Las parlamentarias preguntaron por si la crisis de los opioides afectaba a los datos de sustitución presentados, cómo era la prescripción en los distintos estados si se podía mostrar la estadística de reducción de opioides, el modelo de acceso al cannabis medicinal más apropiado para España y las consecuencias negativas, específicamente, del consumo de cannabis medicinal. La ponencia fue especialmente realzada por parlamentarios de la derecha política.

«En algunos estados de EEUU se puede comprar el cannabis medicinal en dispensarios, en otros solo autocultivar y finalmente en otros no hay acceso pero protege a los pacientes la ley medicinal si son arrestados«, contesta. Respecto de las reducciones de opiáceos, dice que los resultaos distintos sugieren que la evidencia no es muy sólida, y que es posible que la disminución de sobredosis puede ir aparejada al cambio del medicamento Oxycodin. Para fórmulas de regulación, habla de limitarlo a la epilepsia y dolor crónico y también comenta un problema específico de USA propio de un ambiente médico comercial que sería la reventa de medicamentos para el uso recreativo de sus drogas.

Acerca de la disminución de accidentes por la regulación del uso adulto matiza que no es concluyente pero que se podría deber a una reducción del consumo de alcohol. Para evitar el acceso de jóvenes, habla de accesos controlados y sin publicidad y pone de ejemplo a Uruguay, «done el estado tiene un rol mucho mayor en el control de la venta y distribución del cannabis», despedía así las terceras mesas de expertas de la subcomisión del cannabis medicinal en España, que contó solamente con dos ponencias.

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