Benito Díaz
Dia triste para el activismo. Fernanda de la Figuera, falleció el pasado domingo día 24 en Zaragoza, donde recibía cuidados de sus familiares. En delicado estado de salud desde hacía tiempo, la activista de 79 años nunca cejó en su lucha por la libertad del cannabis, el feminismo y el asociacionismo como herramienta de cambio, siendo además pieza clave en la creación de los primeros ejemplos colaborativos cannábicos de nuestro país.
Su vida, dedicada en gran parte a la defensa de las personas consumidoras de cannabis, y en concreto al aspecto feminista, se vio marcada en su última época por los litigios judiciales a los que tuvo que hacer frente por cultivar cannabis en la asociación malagueña “Marías x María”. Fernanda, conocida en el ámbito cannábico con el apodo cariñoso de “Abuela Marihuana”, participó de reivindicaciones públicas hasta que su salud lo permitió, siendo su aparición en el documental “cannábicas”, una de las últimas.
Natural de Madrid, cursó estudios de periodismo y ejerció como reportera en la sección cultural. Pasó mucho tiempo trabajando en el mercado inmobiliario, hasta su traslado a Málaga. En 1993 conoce la experiencia catalana con una de las asociaciones cannábicas pioneras, Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cannabis (ARSEC).
“Me pareció una maravilla lo que habían conseguido los catalanes. Cultivo colectivo, movimiento de protesta, eran cosas que no existían y pensé que quería hacer lo mismo que esta gente”, comentaba en una entrevista concedida a Cannabis.es
Fernanda participa de forma activa en la creación de ARSEC-A (ARSEC-Andalucía) y promueve la regulación del Cannabis, los tratamientos alternativos mediante Cannabis Terapéutico y el acercamiento de las personas a la Marihuana, con una mirada carente de prejuicios. En 1998, organizó la primera gran reunión cannábica, con el título de “Bella Flor”, en un centro social de la ciudad de Málaga. En 2002, cofundó el Partido Cannábico Valenciano y la Federación de Asociaciones Cannábicas, germen de la actual Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (CONFAC). En 2008, encabeza la lista de Representación Cannábica de Navarra, y Así hasta llegar a 2021, cuando fue propuesta para la presidencia del Partido Luz Verde.
“Estoy deseando que se legalice el cannabis para uso general y para uso particular. Son muchos años cultivando y esto no puede seguir bajo la prohibición. Aplaudo vuestro interés y vuestras intenciones, es por eso que estoy con vosotros sin ninguna contraprestación, a ver si esta vez conseguimos regular la marihuana”, declaró en aquel momento. Sin embargo, su estado de salud empeoraba y tuvo que ceder el testigo. Fermín Les Acosta, actual responsable, visitó a la compañera de partido hace breves fechas: “La vi animada, aunque la enfermedad estaba avanzando y apenas podía levantarse de la cama. Me pasé por allí a llevarle el libro de Albert y me dio recuerdos para todas, se acordaba de todos”, explica. Fernanda sufría enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras dolencias como artritis.
“Prefiero que mi hija fume marihuana que tabaco. El tabaco me destrozó los pulmones y ahora tengo un montón de problemas por esa causa. A las mujeres jóvenes, les diría que el tabaco mata; la marihuana da la vida. Te quita los dolores, la angustia, el estrés. Conozco a mucha gente que le funciona; si a ti te va bien, adelante. Solo tú sabes lo qué te va bien”, declaró en estas mismas páginas.
Caso Marías x María
En el año 2010, fundó la asociación Marías x María, un “lugar seguro” para mujeres en riesgo o con problemas. “Un hombre sale a la calle y enseguida encuentra un dealer, pero las mujeres lo tienen más complicado. Les enseño a cultivar, a aprovechar las bondades de la planta para sus problemas femeninos, como los dolores menstruales, molestias del embarazo… Es una medicina natural, se usaba para lo mismo hace 5.000 años, no vamos a descubrir nada nuevo”, dijo. En 2014, la policía entra de nuevo en su casa para incautar la marihuana destinada a MXM. Requisados 10 kilos de cannabis, es requerida por la justicia y acude a los Juzgados de Málaga, donde, debido a la presentación de fotocopias en lugar de los documentos originales y la ausencia del testimonio de dos Guardias Civiles, el juicio se ve aplazado hasta el día 30 de octubre.
El caso trascendió a los medios generalistas, donde Fernanda recordaba que era una de las personas que habían obtenido un aval para cultivar en España, tras una sentencia de 1995.
“Si tengo 10 socias, necesitaré 10 plantas. Si tengo 100 socias, necesitaré 100 plantas para abastecernos durante todo un año. No hay mala voluntad, cubrimos necesidades. A veces, algunas plantas no salen y otras salen muy grandes. En ningún momento hemos tenido intención de venta. Se habría podido hacer de otra manera, pero pensamos que ésta era la mejor”. Fernanda nunca reconoció haber obrado de mala fe o buscando un lucro económico en sus cultivos de Marihuana, jamás cedió en el afán de que se reconozca la planta como una fuente de salud y de bienestar, que debería estar al alcance de las personas y no oculta de ellas para el beneficio de algunas empresas multinacionales.
El 16 de noviembre de 2019, el tribunal condena a Fernanda de la Figuera y al tesorero de la asociación, a nueve meses de prisión y 10.000 euros de multa por un delito contra la Salud Pública, tras un proceso plagado de irregularidades. Plataformas en representación de la sociedad civil como el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis, la ARSECA o CONFAC, participaron de movilizaciones en protesta por la sentencia. Por suerte, fuentes cercanas comentan que la sentencia de Fernanda fue conmutada, al no llegar a los dos años de pena. Esto solo sucedió después de años de disputas legales y de gastos derivados de las costas, traslados y minutas de representación, quizás resolviéndose tan solo en los últimos meses entre 2021 y 2022.
Mensajes de cariño, homenajes y recuerdos han poblado las redes cannábicas, en una jornada triste para la familia y las personas cercanas. “Fue una mujer que estuvo represaliada por sus ideas hasta el final. A ver si se enteran los de arriba, los políticos, el gobierno, que se abra una reflexión. Fernanda estuvo casi 40 años defendiendo la causa del Cannabis y es que se predica con el ejemplo. Espero que en el futuro puedan ver verdaderos avances en esta cuestión, como le hubiera gustado ver a nuestra compañera” declara Fermín Les.
“Era una mujer de carácter fuerte y por eso en el debate político nos enfrentamos varias veces. Pero siempre desde el respeto, el cariño y la admiración. Desde la CONFAC estamos muy apenados, perdemos un valor incalculable, parte de nuestra historia. Nos hubiera gustado que Fernanda viera lo que vamos a conseguir, pues es lamentable, pero no le ha dado tiempo a verlo. Luchó mucho, con sus luces y sombras, pero con carácter, cariño y respeto. La recordaré como una persona que me enseñó mucho y creo que dentro de nuestra organización, hay mucha gente que se siente igual», responde José Afuera, representante de CONFAC. “Conocí a Fernanda en un lavabo del Congreso de los Diputados el día de las Jornadas sobre la regulación del cannabis que organizamos desde UP. Yo sabía quién era ella, ella no sabía quién era yo. Me presenté y me saludó efusivamente. ‘Ahora sí que sí, tiene que salir’, me dijo”, recuerda Lucía Muñoz, diputada de Podemos. “Fernanda ayudó a muchas personas con dolencias que hacían un uso terapéutico del cannabis, evitando que recurrieran al mercado ilícito. La inseguridad jurídica en la que se encuentran las asociaciones cannábicas le pasó factura”, añade. “Prácticamente la primera persona que conocí del activismo, quien me acogió y guio en PAUC. Madre mía… en paz descanse, ayer mismo estuve contando una anécdota en una sede de las Juventudes Socialistas con ella”, explica la abogada Beatriz Macho.
Fernanda de la Figuera, con tenacidad implacable y voluntad incorruptible, reclamó lo que consideró un derecho inalienable: el cultivo y consumo de cannabis y la libertad para las personas que lo ejercitan. En un tiempo convulso como en el que nos encontramos, un icono de resistencia como lo fue la Abuela Marihuana no puede sino dar lugar a un apoyo moral histórico para todo el movimiento, un hito que podrá ser revisado por futuras generaciones de activistas por la libertad de autocultivo, de personas defensoras de la diversidad, de la igualdad y de los derechos humanos.
Hasta siempre, compañera. Seguiremos plantando por ti.
