Benito Díaz
Nicaragua comienza a mostrar interés por un debate sobre la regularización del cannabis. Varios expertos llevan tiempo opinando al respecto y recientes declaraciones del hijo del presidente Murillo apuntan en la dirección de una posible legislación que avalase el uso medicinal, en solitario o junto al cannabis de uso adulto. Sin embargo, la oposición al gobierno alega que el país no está preparado para este cambio.
Juan Carlos Ortega Murillo, músico hijo de la pareja presidencial, llevó a cabo una serie de declaraciones sobre la regulación del cannabis en redes sociales que reflejan el interés de una sociedad por la planta y sus aplicaciones, tanto recreativas como medicinales. Por otra parte, abogados como Oscar Gutiérrez o Jorge Escalante, apoyan la regulación del cannabis en un país como Nicaragua, alegando argumentos tales como el combate contra el mercado ilícito, el fin de las mafias de narcotraficantes, el crecimiento económico y la seguridad de las personas consumidoras recreativas o medicinales.
Nicaragua es un país que ha sido foco de conflictos bélicos, golpes de estado manejados desde Washington y reprimido por los estatutos prohibicionistas de la Guerra contra las Drogas, unas acciones que han dejado huella en comunidades pequeñas y pobres, las más afectadas y desangradas por la aplicación de esas políticas de drogas que dejan fuera cualquier tipo de consideración por los derechos humanos.
Declaraciones de Ortega Murillo
Desde su cuenta de Twitter, Juan Carlos Ortega Murillo reflexionaba sobre la posibilidad de regular el Cannabis en su país. “¿Cuándo será el momento para que Nicaragua comience a discutir formalmente la viabilidad (o no) de despenalizar la producción, comercialización, tenencia y consumo de cannabis sativa y sus derivados?”, preguntaba. ¿Valdría la pena conversar el tema con especialistas radicados en aquellos países de nuestro continente en donde la despenalización del cannabis ya es una realidad? ¿Bajo qué normativas se podría regir la producción, comercialización y consumo de cannabis sativa en Nicaragua?¿Sería factible que la producción y comercialización de cannabis sativa se maneje bajo un modelo de economía familiar que favorezca a la micro y pequeña producción en el campo y la ciudad?”, inquiría el músico. También explicó sus dudas sobre el impacto sobre la economía del país y la posibilidad de realizar una legislación similar a la del alcohol.
“Los beneficios del uso de cannabis sativa con fines medicinales están ya más que comprobados. Ahora habría que estudiar la experiencia de aquellos países en donde ya no existen restricciones para cualquier uso, pero en donde sí existen normativas que buscan garantizar el orden y la seguridad pública”, concluían los tuits de Ortega Murillo.
Voces desde la oposición política señalan a Ortega Murillo como manipulador y le acusan de ser una “marioneta” en manos de su madre, Rosario Murillo. Le acusan, a su vez, de querer organizar una especie de “monopolio estatal” en el control del Cannabis Legal, en una mezcla de conceptos difícil de entender. Alegan, además, que el sistema de salud nicaragüense no podría hacerse cargo de la vigilancia de los cultivos y de proporcionar productos de calidad, dada la crisis en la que está inmerso y el déficit económico que arrastra. Aclarar que estas voces no dudan en denominar como “dictadura” al gobierno socialista de Nicaragua.
Abogados por la legalización
El apoyo a la regulación puede hallarse en voces como las de los abogados Oscar Gutiérrez y Jorge Escalante. En declaraciones al medio Nicaragua Investiga, Gutiérrez abunda en la cuestión de la legislación para el país, dotándola de realidad social según dos finalidades. “La del uso medicinal de esta planta, en los casos de que un médico se lo prescriba a una persona y la del uso recreativo, para personas que quieran consumirlo para relajarse” comenta el letrado. “Si el hecho social en Nicaragua hace 50 años era satanizar la marihuana pues el derecho solo tenía la opción de legislar sobre esa realidad social. Legalizar o no el cannabis no va a detener que la gente lo consuma, la diferencia será si lo hace legal o ilegalmente. Así como la prostitución no puede desaparecerse por un decreto, tampoco el consumo de la marihuana”.
Jorge Escalante, por su parte, pone el ejemplo de EEUU, Canadá y varios países europeos, donde la gente puede acceder con libertad a la compra de Cannabis en farmacias. “Son países donde desde hace años desaparecieron y desarticularon las mafias que traficaban con esta droga. Lo que pasa es que al ser ilegal lo que causa es fomentar más el mercado negro y la creación de eso carteles de la droga con todas sus estructuras delictivas”, aclara el abogado penalista. “Si los parlamentarios tuvieran una visión más pragmática con solo legalizarlo, derrotarían el mercado negro, todo lo que esto representa a su alrededor y lo que significa la realidad en Nicaragua”.